Vitoria - Las obras del tranvía ya han comenzado. No las de la ampliación del trazado hacia el sur. Para ésas habrá que esperar, como poco, hasta finales de año. Las que ayer se pusieron en marcha, nada más finalizar las fiestas de La Blanca, se sitúan en pleno centro. Y son de dos tipos. Por un lado, está la repavimentación de las calles por donde discurre el metro ligero desde Magdalena hasta Independencia, un recorrido lleno de baches. Por otro, la instalación de una doble diagonal en Becerro de Bengoa, junto al Parlamento Vasco, para posibilitar el cambio de sentido de los convoyes hacia los barrios de Lakua y Abetxuko en los momentos en que el tranvía no pueda circular por ese tramo porque la vía pública está ocupada por celebraciones populares, manifestaciones o cualquier otro tipo de actividad.

Ambas obras, presupuestadas en 1,2 millones de euros, se prolongarán hasta el 31 de agosto. Veintidós días en los que el servicio quedará cortado en las calles afectadas por los trabajos. Es decir, que el tranvía tendrá su última parada en Sancho el Sabio. Por eso el Gobierno Vasco escogió estas fechas para sacar pico y pala, para que la afección fuera la menor posible. Tras las fiestas, son muchos los vitorianos que aprovechan para marcharse de vacaciones. Y las labores pendientes comenzaban a resultar urgentes, sobre todo la de repavimentación de General Álava. El suelo está lleno de agujeros desde hace mucho tiempo: demasiado peso para una calle que ha de soportar también el paso continuo de los autobuses urbanos.

Después de un montón de parches, por fin el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento se han puesto de acuerdo para buscar una solución definitiva con un material más duro. El pavimento que se va a colocar es de aglomerado asfáltico con acabado pulido en toda la longitud del hormigón impreso desde la calle Magdalena hasta el fin de la calle Independencia en la intersección con La Paz. Antes de las fiestas, ya se comenzó con la retirada de los elementos ornamentales y el mobiliario urbano que pudiera molestar. La actual fase pasa por picar el hormigón, 5.682 metros cuadrados con un espesor de hasta cien centímetros. A continuación se operará sobre el saneado y se sustituirán las arquetas para, finalmente, colocar el nuevo suelo. Todo eso, mientras se realiza la llamada doble diagonal o bretelle. Consiste en dotar a las vías de un cambio de sentido de circulación como el que ya existe en Sancho el Sabio, que ahora se realizará en la zona del Parlamento Vasco, con el fin de acercar un poco más a los usuarios al centro en caso de cortes de circulación del metro ligero.

Como consecuencia de todos estos trabajos, ya desde ayer sólo pueden circular por la zona acotada los vehículos de carga y descarga y los coches de quienes tengan garaje en Independencia y General Álava, con señales que regulan las entradas y salidas. También la desviación del tráfico ha afectado a los autobuses de Tuvisa, que han visto alterados sus recorridos en aquellas líneas que discurren por la zona de obras. - DNA / Foto: DNA