Paciencia. Ser camarero durante estos días es en una prueba para la paciencia y para la educación. Quien más quien menos se ha tenido que topar con el cliente impertinente o con aquél que va de sobrado y simplemente es un pobre de espíritu. El caso es que en el bar que aparece sobre estas líneas tienen las cosas muy claras y las declaran en un cartel nada más entrar. Todo depende de las maneras y de los modales. Foto: DNA
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