Vitoria, 4 ago (EFE).- Decenas de miles de personas han abarrotado la plaza de la Virgen Blanca de Vitoria para entregarse a su personaje más querido, Celedón, cuyo vuelo desde la torre de la iglesia de San Miguel ha desatado la locura en el arranque de los seis días festivos de la capital alavesa.
El Ayuntamiento calcula que el acto congrega anualmente a unas 70.000 personas, cerca de 40.000 en la plaza de la Virgen Blanca y el resto repartidas en los aledaños, ya que muchas optan por ver el inicio de la fiesta con menos agobio en la pantalla gigante instalada la plaza Nueva.
A las seis de la tarde el lanzamiento del "txupinazo", este año a cargo de miembros del club de rugby Gaztedi y del de baloncesto femenino Araski, ha provocado el estallido de la multitud.
Vitorianos y visitantes han empezado a descorchar en ese momento miles de botellas de cava y han encendido sus puros, como manda la tradición a pesar de la recomendación municipal de evitar el vidrio, mientras que desde la torre de la iglesia de San Miguel ha comenzado a volar el muñeco que representa a Celedón, el famoso aldeano de Zalduondo ataviado con su "txapela", su blusón y su inseparable paraguas.
En su descenso, el Celedón de trapo ha recorrido el cielo, hoy totalmente cubierto pero con calor y sin lluvia, deslizándose por un cable que lo traslada hasta el otro extremo de la plaza.
Su doble de carne y hueso desde hace ya 16 años, Gorka Ortiz de Urbina, ha esperado su llegada para coger el testigo y atravesar los 115 metros que hay hasta llegar a la balconada de San Miguel, donde se reúnen las autoridades y los ciudadanos elegidos por sorteo para presenciar el evento desde un lugar privilegiado.
Para ello, ha tenido que ser escoltado por una cincuentena de fornidos jóvenes, pertenecientes a las cuadrillas de blusas, que cada año se ofrecen a ayudarle en este paseíllo entre la multitud, con la dificultad añadida de que todos quieren tocarle porque se dice que quien lo logra tendrá suerte para ligar.
Pero a pesar del tumulto ha logrado un año más la hazaña de completar el recorrido con su paraguas en mano y sin perder la txapela en poco más de seis minutos.
Una vez en la balconada, ha colocado el pañuelo rojo festivo al alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, así como a los txupineros y a la portavoz de EH Bildu en Vitoria, Miren Larrón.
Siguiendo con la tradición, ha entonado la canción de esta jornada festiva, coreada por los asistentes: "Celedón se ha hecho una casa nueva, Celedón con ventana y balcón", que también ha cantado en euskera, antes de animar a los vitorianos a la fiesta, ensalzar el deporte alavés y pedir "respeto a las mujeres y a la libertad sexual" en sus primeras declaraciones.
En la balconada también se han reunido el diputado general de Álava, Ramiro González, el presidente de las Juntas Generales del territorio, Pedro Elosegi, además de la corporación municipal y diputados forales.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar; la candidata a lehendakari de Podemos, Pili Zabala; la secretaria general de los socialistas alaveses, Cristina González, el secretario general de EA y dirigente de EH Bildu, Pello Urizar; el vicesecretario de sectorial del PP Javier Maroto y el parlamentario popular Iñaki Oyarzábal; tampoco han querido perderse la fiesta.
El alcalde se ha felicitado por el buen desarrollo de este acto, ha invitado a visitantes y vitorianos a disfrutar de la fiesta y ha deseado también que los seis días acaben sin una sola agresión sexista.
En esta 59 edición de la bajada de Celedón también se han visto algunas pancartas con el anagrama que reclama el acercamiento de los presos de ETA al País Vasco y otras en favor de la amnistía portadas por los asistentes y una colocada en el monumento a la Batalla de Vitoria.
Tras el arranque festivo, Vitoria se lanza a la calle hasta el martes para celebrar sus fiestas de La Blanca.
Esta misma noche tendrán lugar las Vísperas en honor de la Virgen Blanca, la procesión del Rosario de los Faroles y los madrugadores podrán presenciar a primera hora de mañana la del Rosario de la Aurora, antes de adentrarse en un apretado e intenso programa festivo que cuenta este año con unos 350 actos lúdicos.
Conciertos, fuegos artificiales, deportes vascos, teatro y mucho humor son algunas de las propuestas para estos días, en los que el Ayuntamiento ha elaborado un protocolo para tratar de evitar actitudes sexistas y sobre todo agresiones sexuales, tras el precedente de los Sanfermines. EFE