El yacimiento romano de Elexazar en Amurrio va camino de convertirse en el nuevo reclamo turístico de Álava. Y es que tanto la Diputación como el Ayuntamiento han apostado por consolidar sus estructuras para su preservación y puesta en valor como sitio arqueológico con el propósito de hacerlo accesible a visitas y que tanto vecinos como foráneos puedan obtener información y conocimiento del mismo. La noticia la dio a conocer ayer la diputada de Euskera, Cultura y Deporte, Igone Martínez de Luna, que subrayó la importancia de apostar por este tipo de yacimientos en el territorio.

“La excavación de Elexazar es un proyecto muy interesante para el territorio y un esfuerzo del departamento, pero también del Ayuntamiento de Amurrio, consciente de la importancia de buscar los tesoros que contiene su entorno. Por eso, nuestro apoyo debe ser constante en la investigación de nuestros orígenes, que nos terminarán enriqueciendo a todos”, matizó.

De hecho, el propio Ayuntamiento va a iniciar los trámites para solicitar al Gobierno Vasco la declaración de Elexazar como Bien Cultural Calificado. Además, y con la finalidad de visibilizar y fomentar el conocimiento de este entorno, “desde el Consistorio se quiere reconocer y poner en valor el espacio arqueológico. De hecho, se pretende colocar señalética informativa que facilite el acceso y ofrezca, al mismo tiempo, datos descriptivos del yacimiento”, explicó la alcaldesa de Amurrio, Josune Irabien. De igual forma, “durante este verano se actuará en esta zona para estudiar lo anteriormente expuesto. Además, con el objetivo de acercar a la ciudadanía este patrimonio, en el mes de septiembre se programará una visita guiada dirigida por el director de la excavación, Juan José Hidalgo”, añadió la regidora.

De esta forma, una vez estudiado no se tapará con tierra como ocurrió con el cercano y también romano yacimiento de Aloria, excavado bajo la dirección del historiador Juan José Cepeda entre los años 1989 y 1999. Se preservará mediante una adecuada restauración, para que pueda ofrecer al visitante una oportuna e interesante información acerca de su tiempo y de los procesos que llevaron a su construcción y abandono, al igual que sobre las actividades en él desarrolladas por las gentes que lo habitaron desde finales del siglo I hasta el año 235-240 de nuestra era, en base a lo descubierto hasta ahora.

En estos momentos se está acometiendo la sexta campaña arqueológica en este hallazgo de 2009, que despierta muchas incógnitas porque no hay ninguno así en toda la vertiente cantábrica. “Creemos que estamos ante un vicus o vico. Una aldea rural creada por los romanos en altura, de las que se sabe muy poco, y por ello su importancia. Pero qué hacían aquí, en qué trabajaban y por qué, son preguntas aún sin respuesta”, incidió Hidalgo.

Por ello, al tiempo que consolidan las estructuras ya sacadas a la luz para su conservación, continuarán excavando en la cuarta de las construcciones descubiertas con la esperanza de hallar elementos asociados como cerámica, monedas o herramientas que ayuden a desentrañar la función del asentamiento con una metodología científica y más allá de las hipótesis que se barajan.

“Ya sabíamos que no íbamos a encontrar mosaicos ni nada por el estilo, dado el tipo de poblado. De hecho, dar con una moneda es motivo de fiesta. Con todo, a lo largo de estos ocho años sí han salido muchas piezas de interés, que nos han ayudado a poder asegurar que Amurrio estuvo dentro de la demarcación administrativa del Imperio romano conocida como Autrigona, mientras que Iruña-Veleia, por ejemplo, está en territorio Caristio”, explicó el director de la excavación, en referencia a dos de los cuatro nombres, junto a várdulos y berones, con los que los romanos denominaban a los vascones.

Ollas de Aquitania De hecho, a parte de la función espiritual y religiosa que aportó al yacimiento el ara taurobolio que se descubrió en la campaña de 2013 y ya expuesta en el Museo Bibat de Vitoria-Gasteiz, como dio cuenta ayer DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, en Elexazar no abundan los materiales que den pistas sobre su actividad. Sí se han hallado elementos metálicos, todos ellos de hierro, tales como herramientas, clavos, puntas, tachuelas de sandalia y bota, así como elementos de bronce y dos monedas correspondientes a los emperadores Alejandro Severo y Gordiano III, que dan una cronología situada en la primera mitad del siglo III.

También es de importancia la cerámica encontrada, sobre todo, ollas de pasta gruesa “con marcas de alfarero que están siendo estudiadas en la Universidad del País Vasco por expertos de Aquitania de la Universidad de Po, ya que creemos que, por el grano, procede de allí”, informó Hidalgo. Éste también aporta el valor de este hallazgo, ya que “este tipo de cerámica está poco estudiada, aunque se cree que se utilizaba como contenedores de comida que se sellaban con brea e, incluso, para enterramientos de cenizas. De hecho, el material con el que están hechas es lo que ha facilitado su conservación en un medio con un pH tan ácido como el de Elexazar, algo que no ha ocurrido con otros trozos y bordes de platos y fuentes”, señaló.

En esta tesitura, sólo queda la opción de seguir excavando a la espera de dar con algún otro indicio que arroje algo de luz a tanto enigma. “Particularmente me encantaría dar con otro taurobolio, porque suelen ir de dos en dos, y ya sería increíble encontrar alguna inscripción en piedra con algún texto”, sentenció Hidalgo, que ya está pensando en recrear esta aldea autrigona en tres dimensiones. “Tengo claro que muchas de las construcciones estaban construidas íntegramente en piedra de mampostería extraída de las bandas de arenisca que abundan en el lugar, y me atrevería a decir que, los techos, al igual que los suelos que estamos encontrando, estaban cubiertos de losas o lajas de piedra arenisca, también muy abundante en el entorno”, apostilló.

Ubicación. Un motivo por el que es importante Elexazar es que está situado en pleno monte y en altura; concretamente, en las cercanías de las cumbres de Askargan y Peña Negra, en la frontera con el municipio vizcaíno de Orozko, y a 550 metros del nivel del mar.

Tareas. Hasta el momento se han excavado tres construcciones individualizadas, una de ellas de planta cuadrangular con la típica distribución en torno a un amplio patio central, propia de los modelos mediterráneos.

Muestra. Lo encontrado en la excavación en las cuatro primeras campañas se mostró en una exposición de julio de 2012 a enero de 2013, en el Museo Bibat de Vitoria-Gasteiz, que luego viajó a La Casona de Amurrio. Tras su cierre, el ara o taurobolio de Elexazar entró a formar parte de la muestra permanente de la zona dedicada al Imperio Romano del citado museo gasteiztarra.

La diputada foral de Cultura desgrana la importancia de la apuesta por la excavación del poblado romano.

La primera edil de Amurrio anuncia las mejoras que se van a implementar en la zona.

El director de la excavación explicaba el material encontrado en las campañas de investigación llevadas a cabo.