vitoria - El Pleno de ayer fue, además de previsible por la ratificación del acuerdo para el IBI de 2017, histórico. El Ayuntamiento de Vitoria decidió por mayoría sumarse a la creciente ofensiva política para que la Iglesia católica, el resto de confesiones religiosas y Defensa no escapen del pago del impuesto de bienes inmuebles. El compromiso fue posible gracias a la enmienda impulsada por Podemos, y secundada por EH Bildu e Irabazi, que solicitaba la eliminación de las exenciones fiscales de las que ahora gozan estos estamentos “tan pronto como la normativa foral lo permita”, para lo cual habrá que realizar una modificación en las Juntas Generales. Eso, de primeras, porque la batalla legal va en realidad mucho más allá de Álava.
Al margen del marco local están los acuerdos internacionales con la Santa Sede, firmados en el año 1979, que dejan a los suyos exentos de pagar el IBI en lo que se refiere a culto. Igualmente tiene su peso la Ley de Mecenazgo, a la que la Iglesia también se acoge y, por ende, la sentencia del Tribunal Constitucional que anuló el intento de Navarra por cobrar el impuesto al considerar que se había extralimitado en sus competencias. Y también Defensa tiene su escudo normativo. No obstante, Podemos tenía claro que “intentar acabar con los privilegios de la Iglesia, de otras confesiones religiosas y de Defensa es un paso necesario para una fiscalidad más justa, para que todos paguemos los mismos impuestos”. Así se expresó el portavoz del grupo al término del Pleno, tan satisfecho como sorprendido por el resultado, pues lo curioso es cómo su enmienda salió adelante.
Al votar la propuesta, se produjo un triple empate. Podemos, EH Bildu e Irabazi la respaldaron, el PP la rechazó y el PNV y el PSE se abstuvieron. Esa situación obligó a Gorka Urtaran a recurrir a su voto en calidad de alcalde. Y lo que hizo fue apoyar la enmienda. Un gesto inesperado que luego no explicó. En los pasillos municipales, en cambio, sí se oyeron distintas reflexiones. Hubo quienes opinaron que el primer edil había pretendido ser honesto con sus principios y quienes vieron en la maniobra un guiño político, más que de convicción personal, a los pequeños grupos de izquierdas que favorecieron su investidura hace apenas un año. Algo así como un pequeño intercambio de favores.
El que sí se pronunció en el Pleno para explicar su voto fue el portavoz del PSE, Peio López de Munain. La abstención, en su caso, encajaba aún menos que el voto a favor del alcalde. Como había recordado en su intervención el portavoz de Podemos, Jorge Hinojal, “hace cuatro o cinco Plenos los socialistas presentaron una enmienda en la que solicitaban acabar con las exenciones fiscales de la Iglesia”. López de Munain se defendió como pudo. Dijo que el compromiso del Ayuntamiento de cobrar el IBI a las confesiones religiosas y a Defensa no se trata más que de “un brindis al sol, que ni quita ni pone”, mientras no existan modificaciones en instancias superiores. Hinojal insistió, no obstante, en la importancia de empezar a dar pasos para zanjar los privilegios, aunque exista la sensación de estar enfrentándose a un coloso imposible de combatir.
Según diferentes fuentes consultadas, la Iglesia católica está exenta de pagar el IBI de los más de 100.000 inmuebles que tiene en España, lo mismo que otros templos de las diversas confesiones religiosas, aunque en realidad sólo doce de cada cien inmuebles propiedad de la Conferencia Episcopal se dedican en exclusiva al culto. Y es por ahí, según el movimiento Europa Laica, por donde se puede empezar a trabajar para recaudar. - DNA / Foto: J. Chávarri