Salvatierra se llenó en su segundo Araba Euskaraz en apenas seis años. En esta ocasión, el día amaneció tristón, pero la apuesta por el euskera obró el milagro. En apenas unas horas, hasta el sol, afectado por una timidez recalcitrante durante la última semana larga, llegó a salir para bendecir con su presencia la nueva edición de la fiesta de la Federación de Ikastolas en el territorio histórico.
Todo un año de trabajo se completó como se había previsto, incluidas las canciones interpretadas por la coral de Agurain o las piezas al piano interpretadas por una joven estudiante del pueblo. Fueron pequeñas pinceladas de una jornada marcada por un lema que lo dice todo: Geroari begira (Mirando al futuro).