- La representación de la obra El lugar de Samaniego regresará este verano a la localidad tras una pausa de tres años, en una cita que se podrá disfrutar los días 22 y 23 de julio en el interior de la parroquia, concretamente en la zona del coro, aunque en los primeros años se escenificaba en los jardines de las bodegas Fernando Remírez de Ganuza.
Los vecinos llevan ya varias semanas trabajando en los preparativos, que también han cambiado de ubicación, pasando desde la ermita de la Virgen del Valle al centro médico de la localidad, en horas que no molestan a los pacientes. La obra, escrita por José Luis de Las Heras y adaptada por Antonio Bengoa e Iker Ortiz de Zárate, se ubica en la postrimerías del siglo IX, en pleno avance de las tropas del reino de Nájera-Pamplona hacia Castilla combatiendo a los ejércitos moros. En esa época Fortún Garcés funda la Divisa de San Meder entre Leza y Samaniego. En una de las cacerías por la Sonsierra, por Sierra Cantabria, el rey se enamora de la hija de un mesonero, Ioana, quien alumbra un hijo, Fortunión, de quien se dice que procede el solar de Samaniego.
La narración mezcla acertadamente episodios reales con otros fabulados, pero en su conjunto cuenta cómo se consolidó el Reino de Nájera-Pamplona y cómo el reparto del reino por parte de Sancho III el Mayor entre sus hijos desembocó en una lucha fraticida, que ganó el hermano castellano que absorbió la corona navarro-najerina. En medio de esa trifulcas se narra la cesión de Fortún Garcés a su hijo Fortunión de las tierras de lo que hoy es Samaniego y como García Sánchez donó a Fortunión unos viejos legajos en los que los monjes de la Galia detallan como elaboran el vino por el método bordolés, aunque no llega a ponerlo en práctica a causa de las guerras. Es por tanto un hermoso ejercicio de literatura en verso para disfrutar escuchando cómo nació Samaniego y el vino que hoy es el de más alta calidad del mundo, el Rioja, aunque este año se podrá escuchar una defensa de las zonas específicas en las que se elabora.
El adaptador, Antonio Bengoa, cuenta que en esta edición participan unas noventa personas entre los actores, que son unos treinta. Entre ellos, el coro de Elburgo, que está integrado por 34 personas y que acude a causa de su hermanamiento con Samaniego, y los grupos de danzas de Laguardia y Samaniego, que suponen otras catorce personas, a los que hay que añadir una decena de técnicos. En total, casi un centenar de personas que recrearán durante dos noches en Samaniego la magia de la que surgió Rioja Alavesa y su vino.
Una manera inolvidable de acercarse a la historia y la tradición locales, ya que se trata de una crónica teatralizada sobre los orígenes de la comarca interpretada por los propios vecinos de la zona, que se convierten en actores por un día para dar vida a su historia y raíces.