Vitoria - El Foro de Regeneración de Zaramaga llegó con un puñetazo en la mesa. Lo dieron varios vecinos y trabajadores del barrio, hartos de llevar más de una década esperando turno con la promesa de un proyecto de rehabilitación que no terminaba de llegar. “Estábamos cansados de rehabilitaciones piloto que quedaban en nada, de estudios que el Ayuntamiento encargaba y acababan guardados en los cajones, de experiencias sueltas, sin ningún trasfondo... Y decidimos crear un grupo de trabajo para abordar en comunidad nuestras necesidades y buscar soluciones, en vez de quejarnos y esperar a la acción institucional”, evoca Diana Paniagua. Ella es la presidenta. O era. Aquella ambiciosa e ilusionante apuesta ciudadana corre, dos años después de su nacimiento, el riesgo de desaparecer.

La falta de participación ha tenido la culpa. “Organizamos incluso un servicio de asesoría gratuita de rehabilitación con dos arquitectos y un aparejador, pero no ha funcionado bien”, reconoce Paniagua. Su conclusión es que el Foro de Regeneración de Zaramaga “no ha sabido llegar a la gente”, aunque también es cierto que este barrio tiene características que hacen más difícil el trabajo asociativo. Se trata de un distrito ajado, formado principalmente por personas mayores que no están acostumbradas a convertir sus críticas en acción, que acabó por frustrarse del todo cuando vio cómo se alejaba el proyecto para hacer de Zaramaga un Soho o un Chueca a la vitoriana y el Ayuntamiento escogía a Coronación para poner en marcha un plan de rehabilitación energética de la mano del Gobierno Vasco y con ayudas europeas.

Por eso, el Foro de Regeneración de Zaramaga no se presentó a la convocatoria de subvenciones municipales. Sin gente que quiera reunirse y desarrollar proyectos, no tenía sentido. Tampoco ha solicitado ayudas la asociación de vecinos Miguel Unamuno, que ha tenido hasta ahora su sede en la calle Ecuador, en el barrio de Txagorritxu. Ambos tendrán que devolver las llaves. - J.S.