laguardia - Una de las actividades deportivas que más está creciendo en los últimos tiempos, las carreras por montaña, fue objeto ayer de uno de los talleres de trabajo del congreso nacional de Esparc 2016, el foro de encuentro de las entidades e instituciones implicadas en la protección de los espacios protegidos de la naturaleza. La sala Malvasía del Centro Temático del Vino Villa Lucía, en Laguardia, acogió la primera de las jornadas de este congreso, que se dedicó a Carreras por montaña y uso público, un taller cuyo objetivo era presentar los resultados del grupo de trabajo de carreras por montaña en espacios naturales protegidos y exponer experiencias y ejemplos de buenas prácticas.
El moderador de este taller fue Javier Gómez, responsable del área de turismo sostenible y de uso público y técnico de Europarc-España, que es el organismo que agrupa a todas las entidades públicas que gestionan y que planifican áreas protegidas y que ha organizado este congreso en Laguardia.
En el encuentro, que fue uno de los más multitudinarios de la jornada de mañana, se abordó la temática de las carreras de montaña y su relación con los espacios naturales protegidos. Para ello, Gómez Limón realizó la presentación de una guía de buenas prácticas para el desarrollo de carreras por montaña que ha promovido Europarc-España conjuntamente con la Federación de Deportes de Montaña y Escalada y con sus socios, que son todas las administraciones públicas encargadas de la planificación y de la gestión de áreas protegidas.
Según este especialista, “la guía de buenas prácticas quiere poner en valor la escalada y la carrera de montaña como una herramienta para poder mostrar a la sociedad cuáles son los valores de los espacios naturales protegidos, poder demostrar también que se puede hacer una carrera de montaña y que estas carreras pueden ser una buena herramienta para el desarrollo sostenible de las zonas donde se desarrollan distintos eventos”. Sin embargo, matizó “que este tipo de pruebas deportivas deben estar reguladas y planificadas y precisamente la guía de buenas prácticas lo que hace es establecer una serie de criterios tanto para el organizador de la prueba como para la administración ambiental y para el propio corredor que participa”. - P.J.P.