histórico. Como si no hubiera pasado el tiempo, Heraclio Fournier y su esposa salieron ayer a pasear por las calles del centro de Vitoria y, ya de paso, a darse un auténtico baño de masas y naipes. Las previsiones realizadas por los miembros de la compañía de teatro Traspasos fueron certeras y, tal y como habían anunciado, se produjo una distorsión en el espacio tiempo que permitió al mítico empresario alavés, justo un siglo después de su fallecimiento, visitar el museo Bibat, recorrer las calles del Casco Viejo, caminar acompañado de un grupo de músicos y de la encarnación de sus propios diseños al más puro estilo Alicia en el País de las Maravillas, e incluso estrechar la mano del actual diputado general de Álava, Ramiro González. El itinerario dio comienzo a mediodía en la Plaza Nueva, justo donde el impresor regentó su primer taller. Tras la aparición del matrimonio Fournier y el preceptivo recibimiento, montaron en un coche que les trasladó a la vecina plaza de la Virgen Blanca. Los músicos de B3 Dixieland, los gigantes de los cuatro reyes, los caballos y las sotas se unieron al desfile y todos juntos formaron una kalejira que se dirigió a la calle Cuchillería para llegar, entre sonrisas y saludos, hasta el Museo Bibat. Una presentación teatralizada y un baile-vermú, pusieron el broche a la jornada. Foto: J.C.
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