gasteiz - La construcción de un centro de transformación agroalimentario en la zona de la Llanada Alavesa fue uno de los temas estrella que coparon la negociación presupuestaria entre el gobierno foral y EH Bildu. Fruto del acuerdo con la coalición, los primeros presupuestos forales de esta legislatura reservaron una partida de 35.000 euros para la elaboración de un estudio de viabilidad que indague en sus posibilidades de éxito, y un crédito de compromiso de 100.000 euros para las cuentas de 2017 destinado a su construcción a lo largo de ese año. Fijadas las cantidades durante las conversaciones presupuestarias, las partes han acordado ahora ceder el testigo a la Asociación de Desarrollo Rural (ADR) de la Llanada, que se encargará de diseñar la hoja de ruta y trabajar junto a productores y agentes del sector primario con vistas a disponer de un centro de transformación que recoja las necesidades de los agricultores y ganaderos de la zona.
Un espacio “donde puedan desde embotar los productos de su huerta, crear conservas vegetales, producir zumo, miel, productos lácteos como yogures y cuajadas... Un lugar común donde tengan maquinaria compartida para poder transformar los productos y llevarlos a su comercialización”, explica Gustavo Fernández Villate, presidente de la ADR de la Llanada, además de alcalde de Zalduondo. Desde este órgano de desarrollo rural, uno de los seis similares que existen en el territorio histórico, consideran que su participación “era la más adecuada” a la hora de poner en marcha el estudio de viabilidad, porque “las ADR están creadas precisamente para fomentar el desarrollo rural de cada zona, y este centro de transformación puede ser una marca propia para la Llanada”.
De momento, el estudio que determinará las posibilidades y necesidades del futuro espacio agroalimentario estará concluido antes de finales de este curso, y a partir de ahí el centro “podría estar listo en un año”. Además de fijar a qué tipo de agricultor y ganadero estará dirigido en sus primeros compases -“pensamos en un proyecto que no tenga una gran dimensión pero con posibilidades de futuro”, apunta el presidente-, el análisis deberá establecer también la ubicación definitiva del centro. El diputado foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco, apuntaba hace unos meses en una entrevista a este periódico que Agurain sería un lugar adecuado, aunque tampoco descartaban otros puntos. Posteriormente, el portavoz de EH Bildu en las Juntas Generales, Kike Fernández de Pinedo, ponía sobre la mesa, también en una entrevista a este diario, opciones como Asparrena o Dulantzi, sin descartar Agurain.
“Son muchos los ayuntamientos de la Cuadrilla de la Llanada, como el de San Millán, que nos han transmitido su disposición para ceder locales, pero sin saber todavía la dimensión real que necesitará no podemos aventurarnos”, explica Gustavo Fernández, que subraya en cambio que, “lo fundamental es saber cuántos productores están dispuestos a participar”.
“Preferimos un centro de transformación con cuatro o cinco productores, que responda a la realidad de sus necesidades, que algo sobredimensionado”, resalta el presidente de la ADR sobre un espacio que podría tener, una vez se ponga en marcha, una gestión cooperativa por parte de los agricultores que participen, aunque “desde la Diputación tendrán que dar un impulso” al centro hasta su consolidación. Durante las negociaciones, desde EH Bildu plantearon que los créditos de compromiso pudieran llegar hasta los 500.000 euros en futuros presupuestos para consolidar un proyecto “que podría extenderse a otras cuadrillas”. Por ahora, “lo importante es que existe una sintonía entre las partes implicadas para impulsar la diferenciación de los productos locales”, concluye Fernández.