barrón - La plataforma No al Embalse Barrón-Añana participará este sábado en una de las etapas de un kilómetro en bicicleta de la Txirrinka que han organizado diversas organizaciones y asociaciones para cuestionar determinadas actuaciones de las administraciones, entre ellas, el embalse de Barrón, integrado en el proyecto de regadío de Valles Alaveses.

Tras la visita del pasado 10 de mayo del diputado foral de Agricultura, Eduardo Aguinaco, junto a otros representantes de Acuaes y de la Diputación, y las reuniones que han mantenido con los representantes políticos en Juntas Generales, la plataforma se reunió en la tarde del martes para realizar una valoración de todos esos encuentros y planificar futuras acciones. Uno de los portavoces de la organización, Andrés Illana, explicó ayer a este diario que los integrantes de la asociación estaban agradecidos por la visita del diputado y de las personas que le acompañaron, “pero no nos convencieron”. En el análisis que se realizó del encuentro se reiteró que “éste es un proyecto de 180 millones de euros y no entendemos cómo es posible que, con ese coste, no se haya realizado un estudio socioeconómico de las necesidades de regadío en la zona”. Como ya han explicado en varias ocasiones, el proyecto de regadío data de principios de los años 90 “y en la actualidad las necesidades no son las mismas, aunque el estudio no se hizo entonces y de momento no parece que haya previsión de realizarlo ahora”. El colectivo reprocha que en todo este proyecto se esté valorando la cantidad de hectáreas que se pondrán en regadío, “pero no en si habrá agricultores o ganaderos cuando entre en funcionamiento. No sirven las estimaciones. Aquí lo que hace falta es un estudio de necesidades reales”.

Los portavoces coincidieron en destacar que cuando el proyecto comenzó a dar sus primeros pasos, en los años 90, apenas se dio información y que ésa se dirigió sólo a los regantes, “aunque este embalse no sólo atañe a los agricultores sino también a los vecinos en general”. Illana considera que las políticas del Departamento de Agricultura se hacen para agricultores y ganaderos, “cuando hay otras muchas personas perjudicadas directamente. En la construcción de este embalse se verán afectados una pareja de águilas reales, algo que nos importa mucho a los naturalistas, o puede afectar a zonas que tienen la declaración de Paraje Singular?”.

Por estas razones, No al embalse Barrón-Añana ha reiterado su oposición a que se continúe con el proyecto tal y como se está desarrollando, hasta que se realice una puesta en común con todas las partes que estén implicadas y con una mayor información, “porque hasta el diputado coincidió con nosotros en que abrir el periodo de exposición pública en el mes de agosto del año pasado no era la decisión más acertada”. Por eso piden que se paralice el expediente y las actuaciones, se facilite más información, se amplíe el plazo de alegaciones y se realice el estudio de las necesidades reales de regadío. “Es lo menos que se puede hacer con lo que puede convertirse en la mayor obra de infraestructura que se ha realizado en Álava, un embalse de 4,9 hectómetros cúbicos en un valle y muy cerca de un pueblo”.

Por otra parte, diversos integrantes de la plataforma se han manifestado contrarios al interés del presidente de la Junta Administrativa de Barrón por los asuntos de las expropiaciones y la valoración de las mismas. Uno de ellos, vecino además de Barrón, Eduardo Samaniego, comentaba que “el presidente de la Junta Administrativa no representa a la mayoría de los vecinos” y recordaba que estos, reunidos en asamblea, habían votado en contra del proyecto de embalse, sin ninguna clase de matices.

Cabe recordar que la pasada semana el diputado de Agricultura, Eduardo Aguinaco, acompañado por el director de Agricultura y por dos técnicos de Regadío y representantes de la empresa pública Acuaes se reunieron con integrantes de la plataforma y con varios vecinos de Guinea, Barrón y Atiega, así como con el colectivo ecologista y de la Comunidad de Regantes. Lo hicieron en Barrón. Aguinaco recordó que el 4 de mayo de 1999, se sometió a información pública el Estudio de Impacto Ambiental de la construcción de balsas de acumulación en los términos municipales de Kuartango, Lantarón, Ribera Alta y Valdegovía. Estas balsas se contemplaban dentro del Plan General de Transformación en Regadío de la zona de Valles Alaveses, donde ya aparecía la balsa de Barrón con una capacidad de 4.320.700 metros cúbicos. Además contemplaba que la superficie potencialmente regable ascendía a 11.525,50 hectáreas, estructurándose en ocho zonas o unidades de actuación, en los términos municipales de Armiñón, Kuartango, Iruña de Oka, Lantarón, Ribera Alta, Ribera Baja y Valdegovía

A preguntas de los vecinos, los técnicos defendieron que se había tenido un especial cuidado con los temas medioambientales y que de hecho el proyecto había ido pasando sin problemas todos los requisitos en ese sentido y ya se ha llegado a la última parte de ese fase, en la que solo resta la publicación por parte del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de la declaración de Impacto Ambiental.