vitoria - Las intensas lluvias que asolaron Álava durante el invierno obligarán a la Diputación a desembolsar alrededor de 672.000 euros para solucionar las grietas, socavones o desprendimientos de rocas producidos a consecuencia de las precipitaciones e inundaciones. En total, según señalaron a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA desde el Departamento foral de Infraestructuras Viarias y Movilidad, hasta 17 carreteras alavesas se han visto afectadas por la climatología adversa, especialmente en los meses de febrero y marzo.
El área liderada por el diputado socialista Josu López Ubierna ha intervenido ya, de forma urgente, en tres zonas concretas. La primera, en la A-624 y con un coste de 43.000 euros, por los desprendimientos ocasionados a principios de marzo en el Alto de las Chozas, que llevaron al corte de dos de sus tres carriles durante dos semanas. La Diputación inició también la reparación de la A-4206, en Navaridas, por 58.000 euros, y el arreglo del socavón que se abrió a finales de marzo en la A-3302, a la altura de Estarrona, con unas obras que se prolongaron durante dos semanas y que ascendieron a 55.000 euros.
Además, y dejando a un lado estas tres actuaciones urgentes, durante las próximas semanas el ejecutivo foral acometerá nuevas obras en otros 25 puntos distintos, con una inversión de 515.798 euros, para reparar diversos daños.
La carretera de Álava más afectada por las precipitaciones de febrero y marzo ha sido la A-4133, que une las localidades de Ullibarri de los Olleros y Okina, donde se han producido daños en cinco puntos distintos en un tramo de apenas dos kilómetros de extensión en el puerto de Okina, entre los puntos kilométricos 10,475 y 12,550. En este caso, el área de Infraestructuras Viarias ha cuantificado su reparación en 76.000 euros.
Por su parte, el daño más preocupante es el que se ha localizado en la A-2122 en el desfiladero de Sobrón, en la carretera que bordea el pantano, donde la lluvia causó desprendimientos de rocas generalizados en una zona inestable, que afecta a un tramo de 150 metros de la vía. La intervención para la estabilización del talud de desmonte en esta carretera, de seis metros de altura, se estima en casi 57.000 euros.
josu lópez ubierna “Después de inspeccionar la red de carreteras para detectar y cuantificar los daños ocasionados por la conjunción de fuertes lluvias, el deshielo y las inundaciones, procederemos a su reparación en función de las prioridades que determinen los técnicos”, explica a este periódico López Ubierna. sobre unas intervenciones que se realizarán “con el objetivo siempre de garantizar que las carreteras alavesas sean seguras para los conductores y peatones” además de “contribuir a través de la inversión pública a la actividad económica y el empleo”.
Junto con las vías ya citadas, las lluvias e inundaciones invernales han provocado desperfectos en carreteras como la A-2128 en el puerto de Opakua y el desfiladero de Entrepeñas, la A-4023 y la A-4025, ambas en la zona de Aramaio, la A-3616, la A-4624, la A-2522 y la A-2620, en Ayala.
Aunque la lluvia se cebó en el territorio en multitud de fechas, fueron los días 26, 27 y 28 de febrero, por un lado, y el 5, 6 y 7 de marzo por otro los que acabaron registrando las estadísticas de precipitaciones más altas, con hasta 134 litros por metro cuadrado en 24 horas. En total, la precipitación acumulada en algunos puntos de Álava en febrero y marzo rozó los 400 por metro cuadrado, en el primer caso, y los 325 litros en el tercer mes del año.
Un cúmulo de precipitaciones que, además de las molestias habituales en forma de inundaciones en diversas zonas del territorio, la mayoría viejas conocidas, han provocado un notable desembolso de dinero en favor de la seguridad vial.