gasteiz - Los alaveses afectados por hepatitis C volverán a salir a la calle esta tarde para exigir que los nuevos tratamientos, capaces de curar esta grave patología en un altísimo porcentaje de casos, lleguen a todos los enfermos, se encuentren en la fase que se encuentren. La reivindicación no es nueva, pero vuelve a la actualidad con motivo del Día Internacional del Activismo frente a la Hepatitis C que se celebra mañana. La plataforma local de afectados se concentrará desde las 19.30 horas en la Virgen Blanca y comparecerá unas horas antes en el Parlamento Vasco para hacer públicos nuevos datos que respaldan su enfado y sus exigencias. Según denuncia en declaraciones a este periódico su portavoz, Pepe Mouliaá, “la situación es que no se ha avanzado casi nada desde hace un año”.

“Estamos hablando de una enfermedad mortal y de una medicación que cura. Por eso, nuestra reivindicación principal es que se dé a todos los pacientes desde el principio, no cuando su hígado esté ya muy dañado. Una vida no puede tener un precio”, censura Mouliaá, en alusión al altísimo coste que las empresas farmacéuticas han asignado a esta nueva generación de medicamentos y a la reducción de la epidemia a un problema meramente económico por parte de algunas administraciones.

La erradicación de la hepatitis C, que hasta hace poco se creía crónica, se ha convertido por fin en un objetivo posible en los últimos tiempos, aunque todavía lejano por este motivo. De ahí que las plataformas de afectados, como la alavesa, sigan demandando al Gobierno central que no reconozca la patente de los laboratorios y autorice la comercialización de fármacos genéricos para esquivar los actuales abusos. “Si no hay acuerdo con las farmacéuticas para que rebajen los precios, la fabricación de genéricos sería la solución”, remarca en este sentido Mouliaá.

más de 1.600 atendidos Según los últimos datos hechos públicos por el Departamento vasco de Salud, Osakidetza había atendido con los nuevos antivirales a 1.666 afectados en el conjunto de Euskadi hasta el pasado 31 de enero, una cifra “insuficiente” para la plataforma alavesa, ya que estas soluciones terapéuticas sólo han llegado, salvo excepciones, a los enfermos en los estadios más avanzados de la patología (F4 y F3). Mouliaá también pone énfasis en que son todavía muchos los pacientes que desconocen ser portadores del virus, que no da síntomas en sus fases iniciales, por lo que la cifra oficial que maneja Salud de más de 2.300 pacientes vascos afectados tiene que ser “mucho mayor”.

Salud defiende su actuación, basada en la atención paulatina de “todos los pacientes” afectados por hepatitis C, “como se ha hecho hasta ahora”, pero “atendiendo única y exclusivamente a criterios médicos y de equidad”. El consejero del ramo, Jon Darpón, recordó también en una reciente comparecencia en el Pleno del Parlamento Vasco que, debido a la “complejidad” y la “magnitud epidemiológica” de esta patología, “un tratamiento simultáneo es inviable, por los recursos sanitarios muy especializados que se precisan”, además de “poco prudente por la falta de experiencia con los nuevos fármacos”.

Osakidetza, inmersa ya en la segunda fase de dispensación de los nuevos fármacos, se está centrando ahora en el tratamiento de los pacientes en estadio de fibrosis F3, en los que ya fueron asistidos en 2015 pero no respondieron al tratamiento y en aquellos que se encuentran en las fases 2, 1 y 0 de la enfermedad pero con unas determinadas comorbilidades “que hacen recomendable adelantar el tratamiento”. El Parlamento Vasco también ha pedido al Ejecutivo autonómico que elabore un cronograma para atender a “todos” los afectados.

El abusivo precio asignado por los laboratorios a los nuevos fármacos, capaces de curar la hepatitis C en un altísimo porcentaje de los casos y sin dejar efectos secundarios, ha reducido la epidemia a un problema meramente económico por parte de algunas administraciones.