Gasteiz - El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada (DOC) Rioja, que es el órgano de gobierno de la institución que rige los destinos de la indicación geográfica, ha blindado aún más la normativa del etiquetado de las botellas que salen al mercado bajo la marca Rioja. En concreto, ha aprobado un acuerdo con los requisitos mínimos a cumplir por los etiquetados destinados a vinos protegidos por la Denominación y cerrado aún más la puerta para la aplicación general del término de la zona de producción. Es decir, que la DOC ha decidido establecer negro sobre blanco las limitaciones que ayuden a evitar que los productores alaveses logren vender sus caldos con etiquetas en las que se pueda leer Rioja Alavesa junto a las grafías de Rioja.
La medida se aprobó en el transcurso del pleno de la institución del pasado 6 de mayo a raíz de la confusión que había en los mercados por el uso de marcas compartidas implicando a varias denominaciones a raíz de una confusa iniciativa ministerial. Sin embargo, no sólo se trató de corregir esa situación -dentro del margen normativo que se puede llevar a cabo en cada región- sino que en el documento se recogen los requisitos mínimos establecidos en el etiquetado de los vinos, de conformidad con un artículo de la Ley 6/2015 de 2 de mayo, de Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas de ámbito territorial supraautonómico.
El acuerdo dedica un amplio espacio para aclarar el uso de los términos Rioja Alavesa, Rioja Baja o Rioja Alta, aunque en las mismas condiciones que se utilizaban hasta ahora. Se explicita que “únicamente puede aplicarse a un vino el nombre de una subzona cuando el caldo proceda exclusivamente de uva de esa subzona de producción y su elaboración, crianza, en su caso, y embotellado se realice en la misma y ajuste a condiciones analíticas (grado alcohólico adquirido mínimo)”.
Además se recuerda que el derecho al uso de la subzona en el etiquetado requiere previa comprobación. Dicho análisis incluirá un informe suscrito por los servicios técnicos del Consejo Regulador que asegure el cumplimiento de numerosos requisitos. Por un lado, los de control administrativo, que conllevan la comunicación al Consejo Regulador del inicio de la actividad, el control administrativo de la uva procedente de la subzona, la declaración de vino de subzona elaborado, la solicitud de calificación específica, las fichas de control de movimientos, crianza y embotellado y la contraetiqueta actual con numeración controlada. A estos requisitos se añade un control físico, con inspección del aforo de vino elaborado con uvas de subzona, la calificación específica, el control del aforo diferenciado de existencias y procesos de envejecimiento, el control de traslados de vinos de subzona, el control de uso de contraetiquetas y un muestreo de producto terminado listo para su comercialización.
Una vez dada la conformidad a todos estos requisitos se puede proceder a la impresión de las etiquetas, pero teniendo en cuenta otros requisitos. Entre ellos, que la mención del nombre de las subzonas, como sería el caso de Rioja Alavesa, deberá figurar debajo de la expresión Denominación de Origen Calificada y con caracteres de tamaño equivalente, como máximo, a los dos tercios de los utilizados para indicar el nombre de la Denominación Rioja. Para referir el nombre de la subzona en las cápsulas, además, deberá aprobarse expresamente siempre que se indique además en el etiquetado por tener derecho a ello.
Además del nombre de las subzonas, puede usarse el nombre de una entidad geográfica menor incluida en una de las subzonas si el vino se ha obtenido totalmente a partir de uva recolectada en el ámbito territorial de la citada entidad geográfica menor, con las mismas condiciones en cuanto a características analíticas que para las subzonas. El pleno también aprovecho esta puesta al día de la normativa de etiquetado para fijar el tamaño mínimo que debe tener el término Rioja en las etiquetas. Hasta ahora se había finado el máximo -1 centímetro-, pero no el mínimo, que ha quedado establecido en 0,3 centímetros
Sea como fuere, cabe recordar que el año pasado, algunos de los representantes alaveses en el Consejo Regulador, ABRA y UAGA, plantearon la posibilidad de que el nombre de Rioja Alavesa apareciera con el mismo tamaño que el de Rioja, pero después de varios meses de dilaciones para adoptar un acuerdo, la propuesta fue rechazada por el pleno. Esa frustración acarreó un profundo malestar y los primeros movimientos para tratar de impulsar una denominación propia para los vinos de Rioja Alavesa, como ha venido preconizando la propiedad de Bodegas Artadi, que a finales del pasado año abandonó la DOC, aunque lo venía anunciando desde antes del rechazo de la propuesta de los vocales alaveses en el Consejo regulador. De momento, ABRA presentó a finales de noviembre una propuesta para tratar de identificar los vinos locales que aún sigue su trámite en las comisiones de estudio del Consejo.