LAPUEBLA - No es que fuera la primera vez, ya que hace un par de años el anterior alcalde, Daniel Espada, logró que acudieran unas traineras que compitieron en el tramo entre el puente de Lapuebla y la zona de los Riscos, pero sí ha sido el momento más espectacular, ya que a lo insólito del acontecimiento se unión lo multitudinario, tanto de remeros como de espectadores. Se trata de la primera Bandera de Lapuebla de Labarca, un espectáculo con el que se trata de maridar ese deporte con la cultura del vino, la gastronomía y la fiesta? porque la competición es la actividad que abre este año las fiestas de San Isidro.
Sin embargo, la paz que habitualmente se respira en el entorno del puente que salva el río Ebro, zona de paso a través del cruce que allí existe, se vio sorprendida por la llegada tempranera de los vehículos que trasportaban las trainerillas y a las y los remeros, que fueron descargando sus remolques en el camino bajo la carretera que conduce hasta la misma orilla del Ebro. Asimismo, en la zona de estancia de la pérgola que está a la entrada del puente, sobre el cerrado trujal, se convirtió en vestuario, donde los participantes dejaron la ropa de calle, para lucir la equipación de sus respectivos equipos. Mientras se preparaban, una gran cantidad de personas se fue acercando hasta el puente y los laterales para presenciar la competición, que dio comienzo casi veinte minutos más tarde de lo previsto. El punto de partida de las mangas fue justo debajo del puente, donde se habían colocado unas cuerdas que sujetaban los timoneles y que soltaban en el momento de salir.
En el equipo de organización está Sergio Teixeira, empresario promotor de Lapuebla Kayaks, quien cuenta que la idea de organizar esta primera Bandera es aprovechar un poco el río y darle algo de movimiento a Lapuebla. “Nuestro objetivo es demostrar que el Ebro es navegable y quitar la mala fama que tiene el río por esta zona, además de dar un atractivo al pueblo”.
Tras esa idea subyace el proyecto en el que se viene trabajando desde hace años, antes incluso de aquella primera experiencia de Daniel Espada: crear embarcaderos para la práctica de deportes náuticos. Así lo reconoce Teixeira al comentar que el espectáculo vivido ayer ha sido “un paso hacia adelante en el proyecto que albergamos de contar con embarcaderos para que la gente se aficione y los chavales se acostumbren a navegar en piragua por el Ebro. Usar más el río, en definitiva, como se usaba antiguamente”. También hace recuento del efecto de la llamada para participar que se ha realizado y que ha dado como resultado la asistencia de 18 bateles de cuatro clubes de Lekeitio, Tolosa, y Zarautz y Elantxobe.
La alcaldesa, Maider Murillo, comenta que la iniciativa “empezó con Texeira, que tiene una empresa de kayaks en Lapuebla y con un amigo de Lekeitio. En principio, iban a venir dos clubes, pero finalmente han acudido cuatro de las categorías de femenino, infantil y cadete, entre noventa y cien remeros”. La representante municipal también subraya que la idea que mueve al Ayuntamiento con esta actividad es promover el río Ebro, hacer ver a la gente que es navegable, que es seguro, que se puede utilizar para diferentes modalidades deportivas. Y en segundo lugar, promocionar el vino.
Y es, precisamente lo que se hizo después de la competición. Hasta la plaza se acercaron los remeros para disfrutar del ambiente. Irati, Irune y Marta, del club de remo de Tolosa, se muestran encantadas con la prueba y reconocen que “la experiencia ha sido muy buena, porque el río es perfectamente navegable”.
Mientras comentan esas sensaciones aparecen por la calle Real una docena de coches de alta gama, casi todos Corvettes que, a base de rugidos de sus motores, que hacían las delicias de los aficionados a los motores de competición, van aparcando para que la gente disfrute de su visión con un vaso de vino en la mano. Después, la fiesta continúa con la proclamación de los ganadores del concurso de balcones floridos, y para hoy, los actos en honor a San Isidro, patrón de los agricultores.