vitoria - El estado de infrautilización de la residencia San Prudencio de Gasteiz no es nuevo. El céntrico equipamiento, empleado antiguamente como hospicio, cuenta con una ubicación casi inmejorable, en plena calle Francia, pero una de sus plantas y parte de otra se encuentran cerradas a potenciales usuarios desde hace ya bastante tiempo. Un hecho al que se une otro relevante, que un número importante de vecinos dependientes de la capital alavesa y sus familiares deben recurrir a la red de residencias privadas ante la carencia de plazas públicas en la ciudad.

San Prudencio, de titularidad municipal, acoge ahora en sus instalaciones fundamentalmente a usuarios que, a pesar de su avanzada edad, aún pueden valerse por sí mismos, muchas personas viudas e incluso matrimonios, y cuenta también con 74 plazas para dependientes concertadas con el ente foral. No obstante, ahora se ha vuelto a abrir la puerta a profundizar en su actual uso mixto en un futuro no muy lejano, mediante la habilitación de nuevas plazas psicogeriátricas.

Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la Diputación alavesa está realizando un estudio arquitectónico llamado a definir la fórmula que se emplearía para llevar a cabo esta actuación, si finalmente es posible. El informe, que se encuentra ya “bastante avanzado” según confirman fuentes forales, será por tanto definitivo para saber si San Prudencio puede contar con un número cercano a las 50 plazas adicionales para personas dependientes y dibujar un nuevo futuro.

Actualmente, la residencia suma un total de 175, gestionadas por el Ayuntamiento gasteiztarra, que tiene la competencia directa de acoger y asistir a los mayores no dependientes que así lo requieran. Al mismo tiempo, asume en virtud del citado convenio con la Diputación esas 74 plazas para dependientes -54 en la unidad asistida y 20 psicogeriátricas- que son responsabilidad foral. El acuerdo entre ambas administraciones se renovó el pasado 5 de noviembre y fijó la compensación foral al Consistorio por asumir esas plazas en 1,46 millones de euros, una colaboración que se extiende desde el ya lejano año 1994.

Al margen de su labor residencial, San Prudencio acoge también en la actualidad una escuela para adultos, un centro sociocultural de mayores y una cocina central desde la que se suministran cerca de 2.000 raciones diarias de comida a diferentes recursos dispersos por la capital alavesa. Además, parte de la planta parcialmente vacía de la residencia San Prudencio está ocupada ahora por los sindicatos del Ayuntamiento.

propuesta de eh bildu Aunque el debate de habilitar los espacios vacíos de San Prudencio permanece en la mesa de las instituciones al menos desde finales de la pasada década, el impulso a esta iniciativa tiene ahora el sello del grupo juntero de EH Bildu, que en la última negociación presupuestaria con el ente foral incorporó una enmienda para realizar este estudio de ampliación del equipamiento, valorada en 25.000 euros. La Diputación ha puesto su maquinaria en marcha y pronto se conocerá el resultado de la valoración técnica.

Si finalmente se decide intervenir en la residencia y habilitar nuevas plazas para dependientes, la Diputación sufragaría las obras. No se conocerá con exactitud el número de plazas nuevas que se podrían habilitar hasta que el informe no esté concluido, porque según matizan fuentes forales la intervención “no sería tan fácil como calcar una planta con otra”. La mayoría de las habitaciones cuentan con una apariencia similar a la que tienen las de cualquier domicilio, pero en caso de habilitarse estancias para dependientes éstas serían a buen seguro de un tamaño mayor para ajustarse de forma estricta a la legislación vigente en materias como la accesibilidad. Si se da el caso, Ayuntamiento y Diputación deberían revisar también la fórmula legal que haría posible la concertación de estas plazas para dependientes, pero todo apunta a que sería similar a la actual. El ente foral pagaría y el Consistorio se haría cargo de los usuarios, pese a que no son de su competencia directa.

El aprovechamiento de este espacio no es sólo en la actualidad un deseo de la coalición soberanista, porque hace poco más de dos meses todos los grupos con representación en las Juntas Generales acordaron una moción -también a propuesta de EH Bildu- en la que instaron a la Diputación a elaborar un plan para crear nuevas plazas residenciales en el territorio. Una planificación que preste “especial atención al municipio de Vitoria” y que contemple además de forma “prioritaria” el aprovechamiento o la ampliación de “recursos existentes y actualmente infrautilizados como la residencia San Prudencio”.

El juntero Luis María Salgado reivindicó ese día la creación de 200 nuevas plazas residenciales de gestión pública a lo largo de esta legislatura, 50 cada año, ya que según los datos que maneja a día de hoy 2.380 personas ocupan una plaza en una residencia, 1.184 de ellas lo hacen en plazas públicas o concertadas y otras 1.196 en residencias privadas. De estas últimas, además, sólo 500 cobran una prestación para poder asumir su coste.