Vitoria- Todo iba bien en los nuevos foros de participación ciudadana de Gasteiz hasta que llegó el miércoles por la tarde. Varias asociaciones, lideradas por Guillermo Perea y Ángel Lamelas, dieron un golpe de Estado enfadadas por lo que consideraban una imposición política del orden del día del elkargune de Participación Ciudadana y, por votación de la mayoría, lo cambiaron. Fue una rebelión injustificada porque habían sido las personas participantes de la anterior sesión, la primera -a la que Perea no había acudido-, quienes habían decidido los temas. De hecho, así lo establece el nuevo modelo. Pero nadie se entendió, por el motivo que fuera, y ayer, en comisión municipal, la polémica siguió de la mano del PP.
Los populares, que todavía arrastran su descontento por el cambio del sistema de participación, advirtieron de que la rebelión del elkargune, en el que se llegó a hablar de “asalto, fiasco, atropello, vergüenza”, refleja “el malestar que existe contra el nuevo modelo”. Además, afearon la actitud de la concejal jeltzale Jaione Agirre en el conflicto, porque “se quedó jugando con el móvil sin reaccionar”, obligando a los técnicos “a dar la cara”.
El PP cree que “el nuevo modelo de participación de Urtaran ha saltado por los aires antes de empezar”. Pero es el único que defiende esa tesis. EH Bildu cargó contra la oposición destructiva de los populares por fijar su atención en un conflicto aislado. También lo hizo el PSE, que animó a seguir trabajando a todas las partes para perfeccionar el sistema, mientras que Irabazi lamentó las “frustraciones” de ciertos vecinos y Podemos tachó la rebelión de “sinsentido”. Un respaldo de mayoría absoluta para el PNV, que lamentó “el tono bronco y las falsedades” del PP en su intento por “deslegitimar” las mejoras realizadas. - J. S. / Foto: Firma - J. R. G.