gasteiz - La central nuclear de Santa María de Garoña, quizás, la mayor amenaza ambiental en potencia que se cierne sobre el territorio histórico, ha dado muchos titulares. Y los seguirá dando dado el nivel de indefinición que afecta a la instalación atómica, ubicada a sólo 40 kilómetros de Vitoria y en el límite entre Burgos y varios municipios alaveses. En ese sentido, el PSE de Álava acusó ayer al Partido Popular (PP) de estar llevando a cabo una apuesta ideológica sin precedentes por la energía nuclear en el Estado y en Europa. Los hechos acaecidos últimamente donde el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se ha negado a comparecer en el congreso, órgano competente de control del CSN para dar explicaciones sobre la situación de Garoña, “no hace más que confirmar el oscurantismo” con el que los conservadores están trabajando para prolongar la vida útil del parque nuclear de los 40 a 60 años.
Según el secretario de medio ambiente y energía del PSE de Álava, Daniel Senderos, “tanto el Partido Popular como Nuclenor -propietaria de Garoña-, están utilizando la central nuclear como punta de lanza para prolongar la vida útil del parque nuclear de nuestro país hasta los 60 años. Están a la espera de que el informe del CSN sea positivo, ya no tanto para usarlo en Garoña, si no en el resto del parque nuclear a la hora de acercarse al final de su ciclo de vida útil”.
Dadas las circunstancias, los socialistas alaveses denuncian que el presidente del CSN tampoco ha querido comparecer ante la Asamblea de Extremadura, que había pedido su comparecencia el viernes pasado para que informarse sobre las incidencias que ha tenido la central de Almaraz. La central más antigua después de Garoña y la que antes se beneficiaria de prolongar su vida útil.
Por todo ello el PSE-EE de Álava avanzó que seguirá trabajando a todos los niveles institucionales y jurídicos para que Garoña no se reabra y su desmantelamiento definitivo sea una realidad. - DNA