gasteiz - Operan a lo largo y ancho del eje que marca la autovía A-1 asaltando pisos y trasteros, pero cada vez que ponen un pie en Vitoria la Ertzaintza no pierde detalle de sus movimientos. Ayer bastó con que el vehículo que conducían cometiera una infracción de tráfico en la zona del Palacio de Justicia para que dos coches patrulla se les echaran encima con los rotativos encendidos, identificaran a los ocupantes y registraran el interior del vehículo. Los agentes son conscientes del riesgo que implica su presencia en la capital alavesa y prefieren no dejarles margen alguno de maniobra.
Un Nissan de color gris con unos cuantos años encima. Si no constara dentro del listado de coches a vigilar que maneja la Ertzaintza, nada sospechoso. El reloj marcaba las 10.45 horas de ayer cuando pasó junto a los juzgados y cometió una infracción de tráfico. En menos de un minuto, cuando el vehículo llegaba a la altura del número 22 de la Avenida Gasteiz, dos coches patrulla de la Policía autonómica le cerraron el paso. A bordo, cuatro ocupantes. Dos hombres y dos mujeres. Todos ellos de unos 25 años y origen rumano. En cuanto se procedió a su identificación, los agentes confirmaron que se trataba de viejos conocidos con una larga lista de antecedentes por asalto de pisos y trasteros a sus espaldas.
Las dos parejas de jóvenes aseguraron encontrarse ayer en Vitoria para responder a una causa pendiente con la Justicia. Actuaciones de hace ya algún tiempo que ahora toca explicar ante los tribunales. Confirmado este extremo, los agentes repararon en las bolsas que transportaban en el coche. Examinaron su contenido, pero únicamente encontraron ropa usada. De momento todo en orden, aunque el mensaje de advertencia fue claro.
Se mueven habitualmente entre Madrid y Euskadi y, según indican quienes conocen sus actividades, no desaprovechan la ocasión de visitar Logroño, Burgos, Segovia o cualquier otro punto geográfico cercano. Se desplazan allá donde reciban informe de la existencia de posibles beneficios, preferiblemente en forma de joyas y de dinero en metálico.
Han pasado ya algunos años desde que se produjera el boom de los robos en garajes y trasteros de Vitoria, centrados principalmente en los nuevos barrios, pero el goteo de asaltos jamás ha cesado. En los últimos tiempos, los grupos organizados han optado por repartir sus intervenciones y el problema se ha extendido a toda la CAV, donde los atracos en trasteros han aumentado notablemente. El año pasado, la Ertzaintza alertaba de que este capítulo criminal había crecido un 20% y animaba a la población a adoptar medidas.
Una de las técnicas más empleadas por estas bandas es la del bumping o apertura por percusión. Es sencilla, permite desbloquear el 80% de las cerraduras y no deja huellas. Para evitar convertirse en víctima de este método, los profesionales de la seguridad recomiendan invertir unos euros en la calidad de los cerrojos que protegen los trasteros.