laguardia/baños de ebro - Pese a las inclemencias meteorológicas, que se convirtieron en inseparables compañeras de la jornada de ayer, no faltaron citas festivas en Rioja Alavesa. Municipios como Laguardia o Baños de Ebro singularizaron parte de su carácter con celebraciones ligadas a la música y a la mayor gloria de quienes lograron su independencia como municipio, respectivamente. Así, por un lado, la Fiesta de la Gaita, que cada año organiza la Sociedad Cultural que lleva ese mismo nombre en Laguardia, con la colaboración del Ayuntamiento y de varias bodegas de la villa, no defraudó y volvió a demostrar su capacidad de convocatoria llenando de vecinos y visitantes el centro y las calles de la villa amurallada.
La fiesta contó además con la colaboración de los actos previstos para presentar el folleto turístico Rutas medievales de Álava: entre viñedos y murallas, evento que se celebró la tarde anterior y que dejó el domingo por la mañana un retén de gentes de Artziniega mostrando cómo se hilaba la lana y otras escenas costumbristas en los soportales de la plaza del Ayuntamiento.
Entre unas cosas y otras, Laguardia se convirtió desde las ocho de la tarde del sábado en un paseo musical con más de veinte grupos que se habían reunido en la plaza Mayor para dar cuenta de su presencia a través de un pasacalles colectivo con el que recorrieron las angostas calles llenas de visitantes a pesar de las frescas temperaturas que hay estos días. La presencia de estos grupos, entre los que estaban los de Laguardia y otros de las dos Castillas, Aragón, La Rioja, País Valenciano, Cataluña y de otras localidades de Rioja Alavesa y de Euskadi, no dejó de notarse hasta la hora de la cena, ya que tras el pasacalles los grupos se disolvieron por las calles para ir mostrando en cada rincón su particular folklore musical, mientras se compartía un vino de Rioja Alavesa, ya que todos los establecimientos hosteleros de Laguardia estaban abiertos y se sumaron a la fiesta.
Ayer domingo, el primer aviso de la fiesta fue madrugador. A las nueve y cuarto de la mañana, una vez dada la bienvenida al resto de grupos participantes, se llevó a cabo una diana con los presentes, cuya comitiva cerraba la Agrupación Musical de Laguardia. A la misma hora y a la entrada de la plaza Mayor se había situado un txoko donde no pararon en toda la mañana de preparar bocadillos de chorizo casero picante, con pan de Laguardia, todo ello acompañado por un vino de cosechero de la comarca. Era el tradicional hamaiketako, que se ha convertido en una parte fundamental de este encuentro musical.
Las primeras delicias fueron para los gaiteros que iban a participar en el alarde, pero después se continuó hasta que se acabaron las existencias.
El acto central de la jornada se llevó a cabo sobre el escenario instalado en la plaza Mayor. Los grupos, procedentes de Euskadi, Castilla y León, Navarra, Castilla-La Mancha, Cataluña, La Rioja, País Valenciano, Madrid y otras regiones fueron subiendo al estrado para ofrecer una pieza por grupo con el fin de mostrar la diversidad de ritmos que hay en el Estado.
A punto de finalizar el repaso musical se rindió un homenaje a los gaiteros de Laguardia de la misma forma que el año pasado se hizo lo propio con los de Elciego. Juan Carlos López de la Calle San Pedro y Juan Carlos López de la Calle Jiménez recibieron el homenaje emocionados y dieron las gracias de la mejor forma que saben hacerlo, con notas musicales llenando la plaza Mayor. Terminado el alarde de gaiteros, y tras la interpretación de la Jota de Laguardia, danza en la que participaron todas las personas que quisieron, se celebró un último recorrido por las calles de la villa amurallada para acabar todos los participantes en el restaurante Marixa en la comida de hermandad que ofrece la sociedad convocante a los participantes.
Emotivo baños de ebro No muy lejos de allí, en Baños de Ebro, la fiesta reunió a autoridades y todo el que quiso disfrutar con una celebración muy especial. No en vano, la villa festejó ayer el 350 aniversario de la emancipación de Laguardia, un acontecimiento que dotó al municipio de vida propia y carta de libertades.
Relatan los documentos que hasta 1666 Baños de Ebro perteneció a Laguardia como una de sus aldeas. Fue Carlos III quien ese año firmó el título de independencia para esta localidad, aunque lo cierto es que tuvieron que pasar dos años hasta que se hizo efectivo, ya que ése fue el momento en el que la madre del rey firmó la carta real concediendo ese privilegio. A este acontecimiento ayer se sumó otro como ha sido la restauración de la imagen de la Virgen de la Antigua, patrona de la localidad. El alcalde, Borja Monje, al término de la misa celebrada en la parroquia recordó que ni los más mayores de Baños recordaban la imagen de la patrona fuera del retablo central en el que siempre ha estado.
Con estos acontecimientos en el pueblo, el Ayuntamiento decidió celebrarlo con los vecinos y para ello se programó una misa a la una y media de la tarde a la que acudieron miembros de la Diputación alavesa, parlamentarios, alcaldes y concejales de varios municipios y la práctica totalidad de los vecinos del pueblo.
Terminado el oficio religioso y tras las palabras del alcalde, entraron en el templo el grupo de danzas de Nuestra Señora de la Antigua, de Alberite, que habían acudido invitados por el primer edil. Realizaron la danza de respeto a la patrona, que se hace dando siempre la cara a la imagen. De esa manera salieron de la iglesia y una vez en el exterior interpretaron otra composición antes de comenzar la procesión. Ésta recorrió buena parte del pueblo hasta llegar a la ermita de San Cristóbal, lugar considerado como el origen de Baños de Ebro. Allí el párroco bendijo a la villa y se regresó por el mismo camino hasta la parroquia, donde se dejó la imagen de la patrona. La jornada festiva se cerró con un ágape en el bar del Hogar del Jubilado, que se encuentra vecino al Ayuntamiento.
Curiosidades. Se han encontrado en Baños de Ebro restos romanos que parecen remontar los orígenes de esta población a aquella época, como sucede con otras villas de Rioja Alavesa, en las que abundan los restos arqueológicos de aquella ocupación. Se trata concretamente de tres lápidas de la época tardorromana de las que se conserva una con inscripciones y dibujos. Durante la Edad Media la población recibía el nombre de Baños de Navarra. Era uno de los pasos más utilizados para atravesar el río Ebro.