Kuartango - Zuazo de Kuartango entrelazó ayer sus lazos con el Sáhara con la fiesta organizada por la asociación Arabako Bakelekua en la que, bajo el lema Un día distinto, el pueblo saharaui protagonizó una jornada que contó con la presencia de Brahim Dahane, presidente de la Asociación Saharaui de Víctimas de las Graves Violaciones de Derechos Humanos Cometidas por las Autoridades Marroquíes (ASVDH).
Brahim trasladó a los asistentes su testimonio personal e informó sobre el reciente aumento de las fuerzas militares marroquíes en el Sáhara ocupado tras los últimos acontecimientos, que han tratado de acallar a la población civil saharaui impidiendo cualquier tipo de manifestación o reunión y prohibiendo la entrada de observadores internacionales, como quedó demostrado con la expulsión de cuatro abogados españoles que habían acudido a Rabat.
Brahim, defensor saharaui de derechos humanos, desaparecido forzoso desde el 1987 hasta el 1991 y laureado por el Gobierno sueco con el premio Per Anger de Derechos Humanos, estuvo acompañado en la charla por Txus Martín, responsable del traslado del último envío de material de primera necesidad a los campamentos saharauis.
Por su parte, la secretaria de Arabako Bakelekua, Itziar Martínez de Santos, desgranó los orígenes de la iniciativa explicando que a finales de 2015 varias personas de Kuartango decidieron crear esta asociación con el fin de gestionar el proyecto que se había iniciado en verano, “un albergue al que vendrán veinte niños y niñas de los campamentos de refugiados y para el que nos pusimos a trabajar recaudando fondos”.
Por esta razón se celebró ayer la fiesta, además de pedir apoyos “allí donde hemos podido”, con un doble objetivo: recaudar fondos y dar a conocer tanto la asociación como el conflicto que existe en el Sáhara. De esta forma, y junto a la charla de Brahim, la cita continuó con distintas actividades para todos los públicos, música en directo, una comida popular y una verbena.
Martínez de Santos explicó que Arabako Bakelekua quiere ser el espacio alavés de acogimiento de niños saharauis en grupo. “Por eso queremos hacer pequeños bakelekus para que todo el mundo pueda colaborar”, y matizó que “la asociación nació en Kuartango pero no es exclusiva de aquí, de hecho a nosotros acude gente de muchos sitios, como Urkabustaiz, Salinas y otros lugares. Lo que queremos es que todo el mundo que quiera colaborar, colabore”.
excursiones y camisetas De cara al verano, los niños saharauis se alojarán en la Casa del Veterinario, que les ha prestado el Ayuntamiento de Kuartango. Los preparativos están tan avanzados que ya están las camas preparadas “casi, casi para que vengan, aunque aún queda mucha ropa por seleccionar”. La iniciativa de la asociación forma parte de un proyecto más amplio que se denomina Vacaciones en Paz, pero, según confirma la responsable de esa entidad, los veinte niños ya están solicitados y tienen nombres y apellidos. Catorce vinieron el año pasado y el resto son nuevos. “Diez niñas y diez niños, como siempre, mitad y mitad”.
Además de las piscinas y otras actividades, tratarán de llevarlos a visitar otras localidades. “Intentaremos hacer excursiones pero todo depende de los medios con que contemos, porque al final trasladar a veinte niños supone organizar un autobús y dinero. Si no, nos arreglaremos con coches. Aunque algunas excursiones son casi obligatorias, como llevarlos a la playa”, explicaron desde la agrupación. Para colaborar en la recogida de fondos se han puesto a la venta camisetas de adultos que se venden, con mucho éxito además, por Internet, junto a otras para niños que muchos lucían ayer en la fiesta.