después de unos primeros pasos de legislatura centrados en fijar un rumbo, encontrar aliados y poner en marcha la maquinaria, Álava verá cómo en los próximos meses cristalizan un puñado de obras e iniciativas que deberían servir para sentar las bases económicas, laborales y sociales del territorio.
Algunas se acomodan aún en el limbo del largo plazo, pero otras han recibido ya -o están a punto de hacerlo- el pistoletazo de salida oficial, como las obras para la construcción del puerto seco de Arasur, que arrancarán el mes que viene, la ampliación del Hub -principal centro de operaciones- de DHL en el aeropuerto Foronda, que la semana pasada recibía ya a las primeras máquinas, o el ambicioso centro logístico que Mercadona levanta en el polígono de Jundiz desde el pasado mes de agosto. Tres operaciones que se sustentan en uno de los muelles que la Diputación aspira a utilizar como principal resorte de la recuperación económica de Álava: la logística. Y es que cuando estas construcciones se encuentren finalizadas, en los tres casos no antes del año que viene, el músculo alavés ganará varios enteros dentro de este sector de la mano de dos empresas que han elegido instalarse en Álava como escenario para potenciar su crecimiento.
DHL, responsable del auge de Foronda en transporte de mercancías durante los últimos años, inició la semana pasada las obras para ampliar en más de 7.000 metros cuadrados sus instalaciones, con una inversión de 23 millones de euros. La reforma servirá para que la firma alemana de paquetería, que actualmente gestiona tres millones de kilogramos anuales de paquetes en su nave del aeropuerto gasteiztarra, pueda operar de forma automatizada hasta 21.500 piezas a la hora, enlazando la terminal vitoriana con diez destinos distintos -Leipzig, Bruselas, East Midlands, Bérgamo, Lisboa, Oporto, Sevilla, Valencia, Alicante y Santiago de Compostela-, y generando alrededor de 200 puestos de trabajo directos, además de medio centenar de empleos 50 indirectos entre personal de servicios auxiliares en Foronda.
Además, en los próximos meses, el aeropuerto alavés conocerá qué aerolínea low cost tomará sus instalaciones -la irlandesa Ryanair es la que ha ganado la partida en las negociaciones previas al concurso- para que en 2017 cuente con enlaces a Reino Unido, Madrid o Barcelona y un tercer destino por decidir, provocando un notable aumento de pasajeros por sus instalaciones con el consiguiente retorno económico que debería provocar en el territorio, a cambio de un estimable desembolso monetario en subvenciones públicas. Un movimiento que, según deslizaba AENA hace unos días, podría suponer la vuelta del H24, incrementando así la operatividad de Foronda también en materia de mercancías.
Más dinero, hasta 50 millones de euros, ha invertido Mercadona en el polígono industrial de Jundiz para edificar el bloque logístico que abastecerá todos los supermercados de la cadena en la zona norte. Una construcción inicial de cerca de 32.000 metros cuadrados que en esta primera fase albergará una nave con varias zonas diferenciadas -una destinada a la fabricación de pan, otra zona a productos congelados y una tercera para productos frescos, más una cuarta para el almacenamiento- con la que la firma valenciana creará cien puestos de trabajo.
La tercera nueva pata logística de Álava, la playa de vías de Arasur, recibirá a las excavadoras el mes que viene para enlazar el parque de Rivabellosa con el Puerto de Bilbao con plataforma que ocupará inicialmente unos 35.000 metros cuadrados junto a las vías del trazado Irun-Madrid para, posteriormente, expandirse hasta los 69.000 metros cuadrados con la adquisición de nuevos terrenos adyacentes.
A la llegada de la Autoridad Portuaria de Bilbao a principios de 2017, cuando se estima estén finalizadas las obras, Arasur ha sumado recientemente a la empresa Gestamp, instalada en una nave de 8.500 metros cuadrados en la que la multinacional desembolsará 14,3 millones de euros para implementar catorce células de corte láser y células de soldadura robotizadas, en el que será el primer centro industrial de este tipo en Euskadi.
Dejando a un lado la carrera logística en la que Álava y las empresas instaladas en el territorio han decidido pisar el acelerador con obras y reformas de calado, de aquí a finales de año la provincia debería sentar también las bases de otras cuestiones que, a corto-medio plazo, tendrán que cristalizar para evitar que queden en el olvido o se retrasen sine die.
Proyectos como Araba Conectada, el plan foral para mejorar las comunicaciones y el acceso a nuevas tecnologías en los pueblos del territorio mediante las obras de implantación de la fibra óptica, cobrarán forma dentro de poco, al igual que el plan de reorganización de las UCEIS, en cuyo calendario figura en rojo la construcción del que será el parque central, el de Iruña Oka, cuyos trabajos de edificación culminarán a mediados de 2017, y la reforma de la UCEIS de Espejo, que se iniciará en el tercer trimestre de este año y que, una vez finalizada, llevaría a este parque a ser el primero de la provincia en abrir sus puertas las 24 horas a partir de finales de año.
Bloques logísticos a un lado, varias carreteras de la provincia recibirán en los próximos meses la llegada de las máquinas para acometer obras que servirán para mejorar la vertebración del territorio. Así, aunque al inicio de la legislatura el gobierno foral optó por congelar la reforma de la N-124, que iba a absorber 32,5 millones de euros, el Plan Integral de Carreteras sí contempla diferentes actuaciones que darán comienzo en el segundo semestre, entre otras las que mejorarán 6,7 kilómetros de la vía que une Elvillar con Assa, con un presupuesto de 4,7 millones de euros y un plazo de ejecución de dos años. 2016 será también el año del inicio de las obras de construcción de un nuevo centro de control de carreteras, que estará ubicado, como el actual, en el parque móvil foral del polígono de Ali-Gobeo, y de la mejora del transporte a la demanda mediante un nuevo modelo de transporte comarcal que estará listo para los últimos meses de este año.