las buenas prácticas en materia de sostenibilidad han colocado a Gasteiz en el escaparate europeo, principalmente tras su designación como Green Capital en el año 2012. Claro que, quizá debido a la macrocefalia que siempre ha caracterizado a Álava, tiende a olvidarse que la conciencia ambiental trasciende -y mucho- a los límites de esa ciudad que acapara los grandes focos y las atenciones. Y no hay que ir demasiado lejos para comprobarlo.
Basta, de hecho, con acercarse a Dulantzi, a unos pocos kilómetros de la capital alavesa, para encontrar otra localidad donde estas políticas tienen rango estratégico. Todo un ejemplo verde, aunque a escala más reducida, que especialmente desde el año 2011 ha acometido cuantiosas inversiones con criterios sostenibles. “Dulantzi también es green. A pesar de que no recibimos las ayudas de la capital, somos capaces de afrontar este reto. Estamos un poco cansados de oír que sólo Vitoria hace este esfuerzo”, remarca en este sentido Joseba Koldo Garitagoitia, alcalde de Dulantzi por la Agrupación Independiente de Alegría (AIA), uno de los partícipes de esta transformación.
La progresiva sustitución del alumbrado público por farolas de tecnología led y solares, la adquisición de vehículos municipales eléctricos, la construcción de mobiliario urbano con material reciclado o el acondicionamiento de huertos ecológicos para los vecinos del pueblo son sólo cuatro ejemplos de que lo de Dulantzi no es postureo. Este año, de hecho, el Ayuntamiento acometerá una inversión récord, de 500.000 euros, para cambiar las últimas 530 viejas farolas de sodio que todavía quedan dispersas por sus calles, tras haber sustituido hasta la fecha un total de 374.
La eficiencia energética es, no en vano, el primer gran eje sobre el que se apoyan las políticas verdes de la localidad de la Llanada. “Con este paso, todos los puntos de luz estarán adaptados a la tecnología led tanto en Dulantzi como en Egileta, que también depende de este Ayuntamiento”, recuerda el primer edil. El ahorro económico que el Consistorio logrará por la utilización de esta tecnología será sustancial, de entre 80.000 y 90.000 euros anuales. Aunque las farolas tienen un coste económico importante, se amortizan en un rápido plazo de tiempo.
Al margen de este tipo de alumbrado sostenible, Dulantzi ha instalado en el parque Usategi, recuperado hace un tiempo tras años de abandono, una decena de farolas solares que también permiten al Ayuntamiento un ahorro elevado en la factura de la luz, pese a que el clima no es especialmente benigno por estos lares.
un nuevo pulmón verde El acondicionamiento con criterios sostenibles de este espacio abrazado por el río Alegría, junto al polígono industrial, es el mejor paradigma de la transformación del pueblo. Un cuidado paseo verde que, además del alumbrado solar, ha sido provisto de mobiliario urbano elaborado con un plástico reciclado compacto que, a diferencia de la madera, es muy resistente y no necesita mantenimiento. Los bancos, las papeleras y las mesas del parque, una de ellas adaptada para discapacitados, llevan el sello de este material. También se han colocado varios elementos decorativos. “Todo esto estaba en un estado de dejadez importante. Hay bastante gente que vive en el pueblo que no lo había visto hasta hace poco”, advierte el primer edil. Muchos se han encontrado con un rincón desconocido.
Detrás del parque se encuentra otra de las joyas de la corona de las políticas green impulsadas por Dulantzi, los ya citados huertos ecológicos, 13 parcelas acondicionadas para el uso y disfrute de otros tantos vecinos. Cada una de ellas cuenta con cerca de 70 metros cuadrados, una compostadora para abonar la tierra y una toma de agua, y los usuarios disponen también de una caseta comunitaria con taquillas y espacio suficiente para guardar los aperos. Justo a las parcelas se ha instalado también un pequeño invernadero que el Consistorio empleará como semillero para las labores de labranza. La iniciativa ha tenido éxito, porque el Ayuntamiento tuvo que sortear el año pasado entre 22 personas interesadas la gestión de cada una de las parcelas. Los que se quedaron fuera y quieran volver a optar a ellas tendrán una nueva oportunidad dentro de tres años.
Mientras tanto, ellos y muchos otros vecinos, especialmente niños, toman parte todos los años en otra iniciativa más puntual que ha permitido repoblar con nuevas especies numerosos espacios del pueblo, el Día del Árbol. Anualmente, se plantan entre 300 y 400 ejemplares, sin contar con otras plantaciones específicas que lleva a cabo el propio Consistorio de Dulantzi.
Ayuntamiento que, desde el año 2013, ha iniciado también la progresiva sustitución de sus vehículos municipales por modelos eléctricos, en otra de sus apuestas estratégicas en materia de sostenibilidad. El Consistorio cuenta ya en su parque público con una pequeña camioneta eléctrica destinada a los trabajos de calle -adquirida en 2013-, una carretilla elevadora que funciona con tecnología LPG -autogás- desde 2014 y también con una motocicleta eléctrica para el uso de la alguacila, adquirida el año pasado. Una renovación que no se quedará ahí y que está permitiendo al pueblo reducir sustancialmente sus emisiones contaminantes y reducir la factura en gasolina.