El salón de plenos del Ayuntamiento de Amurrio va a ser testigo hoy del primer enlace matrimonial temático de la historia, ya no sólo de este municipio, sino de toda la provincia. Y es que María Martínez e Imanol Zabala se van a dar el sí quiero, rodeados de la estética norteamericana de los años 50 que quedó reflejada en Grease. La película musical de 1978 que, dirigida por Randal Kleiser, lanzó al estrellato a John Travolta y a Olivia Newton-John, gracias a sus papeles del rebelde Danny Zuko y la inocente Sandy Olsson.

Para lograrlo, la pareja ha instado a sus 60 invitados a acudir a la ceremonia ataviados de la época que retrata la mítica cinta. “El primero, mi suegro, para que de ejemplo, y nosotros dos iremos vestidos como los protagonistas en la primera parte de la película, ya que yo no me veo embutida en cuero como Sandy en el baile final”, explica emocionada Martínez, que asegura haber visionado esta historia de amor musicada “unas diez o quince veces, aunque a Imanol se la he tenido que poner para que la recuerde”.

Lo que aún no tienen muy claro es si habrán conseguido convencer a la alcaldesa, Josune Irabien, para que se presente a unirles disfrazada para la ocasión. De igual forma, se han resignado a revestir la sobriedad del salón de plenos “con unas flores y poco más”, ya que la mayor parte de los preparativos de ambientación la han invertido en decorar el restaurante Abiaga, que albergará el convite.

El coche ha sido otro cantar. Lograr alguno de los espectaculares Buick, Cadillac, Chevrolet, Dodge, Ford, Mercury, Oldsmobile, Wayfire, Plymouth Savoy o Studebaker de entre 1948 y 1957 que circulan por Grease, manejados por la banda de los T-Birds, “se nos iba de presupuesto, y nos hemos tenido que conformar con un Mercedes decorado, que nos han dejado unos amigos, pero nada que ver con los autos de la película”, lamentan.

Con todo, nadie les podrá negar lo original de un enlace que empezó a tomar forma en sus cabezas después de haber acudido a la boda de unos amigos, que optaron por una celebración en plan barbacoa, y a la que todos los invitados debían acudir con la camiseta de su equipo de fútbol. “Nos encantó por su sencillez, y decidimos que también nosotros íbamos a preparar algo fuera de lo habitual, ya que soy de Argentina y no quería vestir de blanco estando tan lejos de mi familia”, explica Martínez.

La primera idea fue ambientar la boda en la película de animación Shrek. “A ambos nos encanta, pero lo descartamos por la dificultad y gasto extra que podía ocasionar a los invitados conseguir los trajes”, reconocen. La apuesta por Grease, en cambio, enseguida les convenció, ya que “¿quién no tiene por casa unos pantalones vaqueros, una chaqueta de cuero, camisetas, faldas, y botas o zapatillas de tenis?”, apostillan.

Para cumplir con la familia del otro lado del charco, María e Imanol reafirmarán su compromiso la semana que viene en Mendoza (Argentina). “Será por la iglesia, pero si aquí no he ido de blanco, allí tampoco. Luciré un vestido de fiesta largo”, matiza la novia, que lleva once largos años viviendo en Amurrio y desconoce los entresijos de la ceremonia de la que será protagonista en el país americano que la vio nacer, ya que “mi familia se ha encargado de organizarlo todo y vamos, como quien dice, a mesa puesta”, espeta. A su regreso harán un alto en Lanzarote, donde pasarán su luna de miel.

La de María Martínez e Imanol Zabala es la primera boda temática que ve celebrar el Valle de Ayala, pero no el primer enlace civil. De hecho, cada vez son más las parejas que, en vez del tradicional rito religioso de pasar por el altar, eligen el Ayuntamiento para unirse en matrimonio. Las cifras así lo atestiguan, ya que si en 2010 fueron 13 las parejas que pronunciaron el sí quiero en las dependencias municipales de Amurrio, el año pasado fueron 20, aunque en 2014 se celebraron veintidós.

La primera boda civil en esta villa se remonta al 14 de agosto de 1995, año en el que hubo una segunda unión. Desde entonces ha ido aumentando paulatinamente el número de enlaces matrimoniales celebrados de la mano del Ayuntamiento amurrioarra. La atribución de oficiar la ceremonia de unión corresponde por Ley a la máxima autoridad municipal o la persona de la Corporación en quien delegue.

En su mayoría, las parejas eligen los meses de primavera y principalmente de verano para las celebraciones. En términos generales, la edad media de las personas que se casan en el Consistorio de Amurrio oscila entre veinticinco y treinta años. En casi todas las ocasiones, al menos una de las personas contrayentes es residente en este municipio.

El salón de plenos es la estancia donde se celebran los matrimonios civiles solicitados a este Ayuntamiento, ya que reúne las condiciones necesarias para que los novios puedan estar acompañados, en un día tan especial, al menos de las personas que constituyen un referente personal de la pareja. Es decir, la familia más cercana y las amistades íntimas.