vitoria - Todo el mundo a este lado del Ebro quiso ser prudente tras el anuncio del posible cierre definitivo de la central nuclear de Garoña. El Gobierno Vasco aseguró que no había recibido ninguna confirmación oficial al respecto, pero reconoció que de producirse sería “una buena noticia”. Por su parte, la Diputación de Álava, que hace apenas dos meses había anunciado su decisión de personarse ante el Ministerio de Industria como parte interesada en los dos procedimientos abiertos a propósito de la planta nuclear -la solicitud de reapertura que ahora está en el aire y la instalación de un almacén temporal de residuos nucleares-, prefirió no pronunciarse sobre la noticia.

EH Bildu Araba sí que lo hizo y fue para emplazar tanto al Gobierno Vasco como a la Diputación a poner en funcionamiento “de manera inmediata” la comisión interinstitucional para el seguimiento del desmantelamiento de Garoña, con la participación de entidades locales de la zona y colectivos sociales. A partir de ahí, el portavoz del grupo en las Juntas Generales, Kike Fernández de Pinedo, reconoció que hay que mantener una actitud de prudencia. “Se han escuchado noticias similares más veces, pero para que se respete la voluntad de Álava hace falta ya un calendario que concrete cómo y cuándo se va a llevar a cabo el desmantelamiento, los pasos que se van a dar”, propuso.

También reaccionó con mucha cautela el coportavoz de Equo y diputado de Podemos por Álava, Juantxo López de Uralde, quien exigió al Gobierno de España que aclare “si tiene noticias de la intención de Iberdrola de poner fin definitivamente a la vida” de la central y si se plantea “paralizar el proceso de reapertura iniciado por el Consejo de Seguridad Nuclear” en caso de confirmarse que una de las propietarias de Garoña “no le ve viabilidad alguna”.

En el movimiento asociativo, Ecologistas en Acción celebró la posibilidad de que la central de Garoña sea definitivamente cerrada, un anunció que a priori le produce “alivio”, ya que hay “tantas incertidumbres técnicas que su operatividad económica no está garantizada ni a 60 años”. No obstante, reconoció que el anuncio y las formas han sido demasiado “rocambolescos” como para darle absoluta credibilidad. - DNA