burgos - El presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, apeló ayer a la “prudencia” ante el posible anuncio de cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña, que habría trasladado el presidente de Iberdrola, Ignacio Galán, a las secciones sindicales de la empresa, hasta que se pronuncien los propietarios de la planta.

En ese sentido, Rico recordó que Iberdrola es una de las propietarias de la planta e insistió en que cualquier valoración al respecto se deberá manifestar una vez que se pronuncie su Consejo de Administración de la firma propietaria de la planta atómica ubicada en el burgalés Valle de Tobalina.

Al respecto, calificó de “muy atrevido y desagradable” que el PSOE se haya alegrado ya de una decisión de estas características y advirtió de que de la continuidad de la central depende cerca de un millar de puestos de trabajo directos e indirectos y el crecimiento de su zona de influencia.

En caso de que se confirme el cierre, vaticinó un “desplome económico” en el Valle de Tobalina por las aportaciones que la empresa dejaría de hacer y pronosticó también una repercusión negativa en la coyuntura económica de la comarca de La Bureba.

Aunque destacó la necesidad de respetar cualquier decisión empresarial que se adopte, reiteró que el Partido Popular (PP), que gobierna la Diputación, ha respaldado “en todo momento” la continuidad de la planta burgalesa, siempre que la avale el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). - E.P.