elciego - El buen tiempo reinó ayer en Elciego, haciendo posible que vecinos y visitantes pudieran disfrutar con los numerosos puestos y la oferta gastronómica preparados con motivo del V Mercado de la Flor y la Huerta. Una cita que, en cinco años, se ha vuelto ineludible.

Desde primeras horas de la mañana, la Plaza Mayor se vistió con los colores más primaverales. Y lo hizo al pie de la letra, porque de los desnudos áboles despojados todavía de hojas se colgaron lechugas, pimientos rojos y verdes, puerros, remolachas y zanahorias, entre otros ricos productos que ofrece la Naturaleza.

Y si mirando hacia arriba el cuadro resultó suculento, aún más a pie de calle. En esta convocatoria se reunieron 31 puestos con mostradoeres maravillosos, llenos de flores, tiestos de todo tipo, plantas para la gente de gusto tradicional y para quienes se decantan por lo éxito, semillas para probar fortuna y una rica variedad de plantones de verduras para probar suerte en los huertos familiares y consumir las producciones propias.

Abundaron también las verduras, muchas de ellas tempranas o de invernadero, a precios tan excelentes como su aspecto. Eso hizo que muchas personas realizaran la compra varias veces, que cuando pensaban que ya habían llenado la bolsa se animaran a colgarse de la mano una más, como comentaban algunos visitantes que habían tenido la prudencia dejar aparcado el coche lo más cerca posible de la plaza para aprovechar la frescura y el precio de lo que se exponía, sin tener que arrastrar luego el peso durante demasiado tiempo.

Además de los frutos de la huerta y de los jardines, se pusieron a la venta otros productos de primer nivel, como el aceite de oliva virgen alavés, de Moreda de Álava y de otras localidades del entorno, patés trufados elaborados a la sombra de la Ciudad del Vino, licores, cestería, con su experto al pie del cañón mostrando su habilidad, quesos, pimientos del piquillo de la localidad riojana de Tricio -los más auténticos y con sello de calidad, dijeron-, azafranes riojanos, miel, artesanía en barro, hierbas medicinales y hasta un artesano de la txalaparta que fue animando a los más pequeños a fabricar sus propios instrumentos.

A las actividades de la plaza se sumaron un año más los establecimientos hosteleros. Unos, con pintxos elaborados a partir de los productos de huerta de temporada, como los bares Gure, El Taller, El Olivar, El Jubilado, 1583 y Mesón de Elciego. Otros, ofreciendo menús del día y a la carta con productos frescos similares, como La Cueva, cafetería El Taller, El Mesón de Elciego y restaurante Bistro1860-Hotel Marqués de Riscal.

Entre los asistentes, hubo muchos que ya estuvieron el pasado año y que repitieron por la buena impresión que se llevaron tanto de los productos expuestos como de las actividades paralelas organizadas en la villa.

La iniciativa de estos mercados de la flor y de la huerta nació en el transcurso de una charla de bar y se atribute en Elciego al vecino Javier Pérez de Mendiola. En ese momento no era frecuente que se realizaran actividades que promocionasen la localidad o los productos de Elciego o de Rioja Alavesa. Y por ello se lanzó la propuesta de realizar un mercado aprovechando los inicios de la primavera, en el que la hostelería local se implicase para redondear la jornada.

De aquello ya han pasado cinco ediciones y la iniciativa se ha consolidado de la mano del Ayuntamiento, organizador de la cita, la colaboración de la asociación Landalán y Elciego XXI y la implicación de varias institucione y entidades, entre ellas DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA. La unión hace la fuerza y eso permitió esta vez la incorporación de la Comparsa Tradicional de Jardineros de San Sebastián y de los Gaiteros de Elciego&Friends, que fueron los encargados de poner la nota musical a esta jornada primaveral. También los más pequeños pudieron sacarle chispas a la feria con actividades como el txoko infantil, un taller e hinchables.

La fiesta concluyó con los sones de la agrupación musical Taberna Ibiltaria Musika Taldea que recorrió las calles de Elciego por la tarde, hasta que a las ocho se dio por concluida la cita hasta el año que viene.