gasteiz - El déficit económico es un problema estructural que el Ayuntamiento de Vitoria arrastra desde hace décadas. Los ingresos, esto es, los impuestos que pagan los contribuyentes, no son suficientes para afrontar los gastos, apenas dan para levantar la persiana y, así, como en cualquier hogar o empresa, afloran los números rojos. El debe de la Casa Consistorial es tal que a día de hoy la capacidad de invertir y revertir los tributos de los gasteiztarras en obras y mejora de servicios y equipamientos es “prácticamente nula”, como ayer volvió a reconocer el alcalde. A ello se suman esta legislatura los 68 millones de euros de agujero que la ciudad arrastra del mandato del PP de Maroto.
Para salir de este círculo vicioso en el que ha entrado la ciudad, Gorka Urtaran aboga por revisar el actual modelo económico. En la práctica, la única alternativa para recaudar más pasa por subir algunos de los impuestos, tasas y precios públicos que cada año pagan los vitorianos, una decisión que los partidos debaten en la recién creada ponencia de fiscalidad, aunque aún tardarán meses en fijar el precio de los nuevos tributos. “La situación económica es delicada debido a la dificultad que tiene el Ayuntamiento para generar ahorro neto. Los ingresos corrientes apenas dan para cubrir los gastos corrientes y, por tanto, la capacidad de inversión es prácticamente nula”, resume Urtaran. Y la solución pasa únicamente por “incrementar los ingresos corrientes, reducir los gastos corrientes o una mezcla de ambas”, apunta el alcalde. En este sentido, una fórmula que combine el incremento de ingresos y reduzca los gastos es lo más lógico en opinión del PNV para sanear la situación económica de una institución que no levanta cabeza. “No lo dice ni el alcalde ni el PNV sino el interventor municipal, que ha determinado, junto con el tesorero, que en junio del pasado año, el Consistorio presentaba una insuficiencia presupuestaria de 68 millones de euros”, explica Urtaran.
¿qué pasará con el IBI? Uno de los impuestos que, precisamente, se va a reformular es el que más directamente afecta a los ciudadanos, el pago del IBI. Ayer, la Diputación de Álava dio luz verde al inicio de los trabajos para determinar los valores catastrales de los inmuebles de Vitoria, valores en los que se basa el recibo que después el Ayuntamiento gira a los dueños de viviendas e inmuebles. Pero también el Impuesto de Plusvalía, y el de Patrimonio y Sucesiones y Donaciones, entre otros. Estos valores entrarán en vigor el próximo año, según anunció el diputado general, Ramiro González.
La última vez que Álava revisó el catastro fue en 2004, en pleno boom inmobiliario y situación de carestía de la vivienda. Aquel denominado catastrazo generó mucha polémica y protestas en la calle debido a la fuerte subida del IBI. Ahora, tras la caída del mercado inmobiliario, el valor catastral de las propiedades debería rebajarse. Sin embargo, eso no significa que vaya a repercutir en la factura del IBI, una decisión que dependerá de la Corporación municipal de Vitoria. Y, precisamente, lo que el gobierno de Urtaran quiere es recaudar más, no menos. Así que, la esperada actualización del catastro, quizá no se traduzca en una buena noticia para las familias, o no para todas.
Actualización del catastro que, por cierto, llega con tres años de retraso. Según la normativa, los nuevos valores catastrales deberían haber entrado en vigor en 2013, pero el gabinete del PP de Javier de Andrés dejó pendiente esta modificación.
La nueva ponencia ha sido el resultado de un trabajo técnico en el que la Diputación se ha visto obligada a modernizar los criterios de clasificación de los inmuebles. Asimismo, ha sido necesaria la digitalización de los datos referidos a las 352.000 unidades fiscales (viviendas, garajes, locales, pabellones y solares) de Gasteiz, que estaban archivados en papel. La revisión del catastro “técnicamente es algo muy complejo de explicar”, explica González, aunque la información relativa al proceso “se trasladará próximamente”. A su juicio, se trata de un instrumento muy importante, ya que determina el valor de diferentes impuestos.
La nueva ponencia será trasladada al Ayuntamiento de Vitoria. Asimismo, la Diputación informará de forma individualizada a cada ciudadano a partir del mes de junio sobre cómo queda definitivamente el valor catastral de sus propiedades. Más adelante se abrirán al público las oficinas de la sede de Hacienda para atender las aclaraciones que necesiten los afectados y recibir posibles reclamaciones si no se está de acuerdo con el valor estipulado.
Grupos de trabajo. El equipo de gobierno vitoriano ha constituido diferentes grupos de trabajo para analizar los impuestos, tasas y precios públicos del Ayuntamiento o su sistema de contratación.
Ponencia fiscal. Las conclusiones de estos grupos de trabajo se trasladarán a la ponencia política creada para rediseñar la política tributaria de la institución, que revisará, por ejemplo, los impuestos de Plusvalía y el IBI o las tarifas de Tuvisa.
El IBI. La Diputación de Álava actualizará los valores catastrales que sirven para fijar el recibo del IBI. Entrarán en vigor el próximo año. Sin embargo, no significa que el pago a las familias vaya a rebajarse, ya que eso dependerá de la postura que adopte el Ayuntamiento de Vitoria en el Impuesto de Bienes Inmuebles.
El alcalde reconoce la delicada situación económica del Ayuntamiento en pleno debate sobre la actualización de los impuestos municipales.