navaridas - El acceso a Navaridas desde la carretera de Leza a Elciego ha sido cerrada al tráfico tras dos desplomes del terreno ocasionados por la abundancia de lluvias durante las últimas semanas. La situación ha llegado al extremo de que en la actualidad, el vial apenas si ofrece un pequeño paso por su calzada. Además, el tramo afectado corre el riesgo de volver a sufrir nuevas incidencias.

El primero de los derrumbes se produjo durante el fin de semana del 20 y 21 de febrero, cuando a causa de la humedad un pequeño muro cedió ante la presión del terreno y se desplomó. Desde el Ayuntamiento de comunicó a la Diputación Foral de Álava y de inmediato comenzaron los trabajos para levantar un pequeño muro que sustentase la ladera y diera seguridad a la carretera, una de las que dan acceso a la localidad de Rioja Alavesa. La brigada de carreteras estuvo trabajando hasta el fin de semana del 27 y 28 de marzo y tenía previsto acudir el lunes para continuar la labor. Sin embargo, las lluvias volvieron a descargar en la zona y el domingo todo el trabajo realizado en los días anteriores se vino abajo y con ello una gran parte de ese tramo de la carretera como se aprecia en las imágenes que acompañan este texto.

El suceso tuvo tal magnitud que desde el Ayuntamiento se decidió el corte de la carretera, por lo que sólo se puede acceder a la villa desde la entrada más próxima a Elciego. Por su parte, los propietarios de pabellones en la zona pueden acceder a ellos hasta el lugar donde los bolardos de precaución lo permiten.

Dadas las circunstancias, el alcalde, Miguel Ángel Fernández, avisó del nuevo derrumbe a la Diputación y el mismo lunes pasado, aprovechando que estaba por la zona, se acercó hasta el municipio el diputado de Movilidad, el socialista Josu López Ubierna, para visitar la magnitud de lo sucedido. Ayer mismo, técnicos del área de Carreteras volvieron a evaluar la obra que se debe realizar y que pasará por la construcción de una escollera de varias decenas de metros que sujete todo el terreno, por lo que el paso permanecerá cerrado durante varias semanas.

Sea como fuere, lo cierto es que el suceso ha hecho recordar a los vecinos de Navaridas la situación por la que atraviesa parte del casco histórico de la villa, afectado por hundimientos que han obligado a la puesta en marcha de un plan que trata de sujetar casas y calados. De hecho, en la actualidad, donde hubo un barrio de bodegas ahora queda un gran solar que da a varias calles. Allí se aprecia que los calados que hubo en la zona están repletos de piedras y escombros, que tratan de dar estabilidad al resto de edificios y a gran parte de la localidad. Es parte de los trabajos que se desarrollarán en la actualidad para afianzar la estructura del barrio.