El diputado general de Álava, Ramiro González (PNV), ha condenado hoy de manera "rotunda" el ataque con pintura a los monolitos en recuerdo de las víctimas del 3 de marzo de Vitoria y ha opinado que "es hora" de que éstas sean reconocidas y se depuren responsabilidades.

Vitoria. Tras el Consejo de Diputados, González ha dicho que espera que el ataque a los monolitos de Vitoria y Alegría-Dulantzi (Álava) erigidos para rendir homenaje a los cinco trabajadores que murieron hace 40 años tras los disparos de la Policía, no sea la antesala de más episodios violentos pasado mañana, cuando se celebrará una manifestación en la capital alavesa en recuerdo de los fallecidos y del más de centenar de heridos que se registraron.

Ha recordado que tenía 13 años cuando la policía introdujo botes de humo en la iglesia de San Francisco del barrio de Zaramaga, donde miles de trabajadores celebraban una asamblea, y posteriormente utilizó sus armas, lo que provocó la muerte de cinco personas y dejó heridas a más de cien.

"Tengo un recuerdo muy vivo de lo que ocurrió, del miedo con el que vivimos esa fecha. Yo vivía en el barrio obrero de Arana, que sufrió de manera intensa la represión de las fuerzas policiales, recuerdo las carreras delante de los grises, las barricadas y el humo", ha descrito.

En este sentido, ha opinado que Vitoria "no puede ni tiene que olvidar aquellos hechos, ni dejar pasar que las víctimas no han sido reconocidas durante 40 años".

"Ya es hora de que haya un reconocimiento efectivo, un esclarecimiento de los hechos y una depuración de responsabilidades" porque las víctimas "se merecen verdad, reparación y justicia", ha subrayado.