cuatro años después de recibir el título, Vitoria no renuncia a seguir siendo Green Capital. Para no perder el apellido, sus greencapitalinos ciudadanos son la base fundamental sobre la que edificar un futuro mejor, pensando siempre en verde, y ahí es donde la pedagogía es sin duda el primer paso de los objetivos por cumplir, incluso familia a familia si es necesario, porque, al fin y al cabo, aquí nadie nace aprendido.

El pasado año, la primera edición del programa Hogares Verdes permitió a 25 familias gasteiztarras adentrarse en los entresijos de la sostenibilidad, empapándose de consejos y pautas sobre reciclaje, movilidad, electricidad, consumo responsable y gestión de residuos para, en definitiva, convertirse en personas más concienciadas con el entorno que les rodea. El éxito de la iniciativa, organizada por el Centro de Estudios Ambientales (CEA) junto a la firma alavesa Atari Consultoría Sostenible y el apoyo este año de Fundación Vital Obra Social, permitirá doblar el número de participantes para que desde marzo sean cincuenta los que formarán parte del programa, cuyo periodo de inscripción -las solicitudes superan ya las ochenta- finaliza este lunes.

“Los resultados que logramos con las familias de la primera edición fueron muy buenos. No sólo por el ahorro energético o de consumo de agua, por ejemplo, sino por los conocimientos que adquirieron a la hora de decantarse por el comercio local, el comercio justo, el reciclaje, los residuos o cómo moverse por la ciudad dañando lo menos posible el medio ambiente, entre otras cosas”, explica Maite Bravo, responsable de Atari.

Los hogares que resulten elegidos -“buscamos todo tipo de personas y familias, sean de una, dos, tres o más miembros”- arrancarán el programa el 17 de marzo para a partir de ahí participar en diversos talleres y recibir asesoramiento directo para que, cuando finalice el programa, hayan aprendido a ahorrar y tener unas prácticas más sostenibles en su día a día. Clases para crear un huerto vegetal en sus domicilios, visitas a las plantas de biocompost y reciclaje, clases para una conducción eficiente o incluso la puesta a punto de sus bicicletas serán algunas de las clases que se impartirán. Además, a los talleres del año pasado se unirán algunos nuevos, que como novedad serán abiertos para aquellas personas que quieran asistir, previa inscripción, incluso sin ser parte del programa.

“Habrá uno de tecnología de la iluminación, para conocer de primera mano cómo iluminar nuestra vivienda de forma eficiente para bajar el consumo. Otro de geobiología, para ver cómo nos afectan los campos electromagnéticos a nuestro cuerpo, y también un taller para calcular nuestra huella de carbono, el impacto ambiental que provocamos con nuestras emisiones de CO2 al ir en coche, etc.”, adelanta Bravo. También volverán otros como el de movilidad sostenible, impartido por Juan Carlos Escudero, actual jefe del área de información e innovación del CEA y director de este organismo el pasado año, además de alma mater del programa Hogares Verdes en Gasteiz junto a la responsable de Atari.

“Decidimos apostar por el programa como experiencia piloto en su primera edición, pero fue toda una sorpresa la buena receptividad que encontramos. A veces en Vitoria siempre ves las mismas caras cuando organizas charlas y eventos de este tipo, pero en esta iniciativa conseguimos reunir a personas de todo tipo y ampliar ahora a cincuenta hogares en la segunda edición”, recuerda Escudero, para el que uno de los grandes objetivos a alcanzar es “generar una masa crítica de ciudadanos y familias comprometidos con la gestión del medio ambiente y del consumo”.

De hecho, a las 25 familias que formaron parte de la primera experiencia no se les abandona a su suerte, sino que se les realizará un seguimiento, recogiendo sus datos para ver cómo evolucionando sus gastos energéticos, de agua o su cesta de la compra, pues la sostenibilidad tiene muchas ramas y también mediante la alimentación se puede luchar por un mundo mejor. Por eso, organizaciones como Medicus Mundi y Setem también tienen un hueco en Hogares Verdes. “Tratamos de que las familias tengan una buena información sobre cómo funciona el comercio justo y cuáles son los sellos que certifican que un producto forma parte de él”, asevera Carmen Biain, de Medicus Mundi, que apunta cómo durante el taller algunos preguntaron “por qué habría que consumir comercio justo, cuando son productos que vienen de tan lejos, en lugar de consumir local de productores de aquí”.

La respuesta es sencilla. “Son cosas compatibles, porque con el comercio justo estamos dando la posibilidad de llegar al mercado en condiciones dignas a muchos productores de alimentos que aquí no tenemos, como el café o el cacao. Lo que pedimos es que si los consumes te plantees las ventajas que tiene adquirirlos de comercio justo, porque tu compra puede transformar un poquito este sistema que tenemos”, incide Biain.

También el consumo, pero el de agua, centra otra de las grandes líneas de trabajo de Hogares Verdes. De la mano de Edurne Otxoa, técnica de Amvisa y el Plan Futura, las familias participantes serán objeto de una auditoría para conocer cómo pueden reducir su gasto de agua en el domicilio. “Con el consumo de agua en el hogar suele ocurrir que, aunque tenemos toda la información en las facturas, no le prestamos mayor atención, porque lo que pagamos es una cantidad pequeña comparado con otros gastos que tenemos en casa”, asevera. “La gente te dice que sabe lo que paga de luz, de gas o de telefonía, pero cuando preguntas por el agua siempre responden que consumen poco, pero no saben cuánto”, concluye Otxoa. A partir de ahora, más hogares podrán responder a esa pregunta.