gasteiz - Un vecino de la zona de Entzia encontró el pasado sábado una garduña muerta en la orilla de la carretera cercana a la granja de Iturrieta, en la Zona Especial de Conservación (ZEC), en un punto en el que además el perro con el que paseaba estuvo a punto de morir al ingerir un trozo de carne que se encontró al lado del cuerpo de la garduña, según denunció ayer Ekologistak Martxan. A escasos metros, el hombre encontró también el cuerpo de un zorro.
Los dos animales fueron trasladados al centro de animales de Martioda, donde se les practicarán los análisis pertinentes. Según la información facilitada por la citada organización medioambientalista, todo apunta a un caso grave de colocación de cebos envenenados para el control de depredadores. A pesar de ser ilegal -explica el colectivo-, el veneno se sigue utilizando para eliminar depredadores, así como para el control de plagas agrícolas.
La colocación de cebos emponzoñados “es un método masivo, no selectivo y cruento para la caza de fauna”. Su uso, según la nota remitida por Ekologistak Martxan, supone “no sólo un riesgo para el medio ambiente, sino también para la salud pública y para los animales de compañía”.
Delito en el Código Penal “Estos efectos indeseados convierten a estas sustancias en una de las principales amenazas para la conservación de la fauna silvestre. Por ello, está prohibido por la legislación nacional y autonómica, y aparece tipificado como delito en el Código Penal con penas de cárcel de hasta dos años. Según inciden, los terrenos donde se localizaron a los animales pertenecen al Coto Privado de Caza VI-10163. “Resulta obvio que el hallazgo de cebos en envenenados o de otros métodos masivos y no selectivos expresamente prohibidos por la normativa aplicable, en los terrenos de un coto de caza, constituye una circunstancia muy grave con consecuencias igualmente graves para la fauna silvestre”, concluyen.
El colectivo reclama a la Diputación una investigación de lo sucedido y la puesta en marcha de un programa contra el uso de venenos en los cotos de caza. - DNA