vitoria - El archivo definitivo de la querella de SOS Racismo por presuntas injurias y calumnias contra el exdiputado general de Álava, el popular Javier de Andrés, motivó ayer una rápida respuesta del colectivo encabezado por Fede García. Respuesta, lógicamente, bañada en decepción por la interpretación que ha tenido la Justicia de las palabras de De Andrés, que acusó a SOS Racismo de “contribuir” al fraude en las ayudas sociales. La Audiencia Provincial de Álava ha entendido que el exdiputado general ejerció su derecho a la libertad de expresión, al tiempo que García censuró ayer que el auto viene a ensalzar “la libertad de expresión sin limite conocido”. “Las acusaciones -que no opiniones, ni juicios de valor- de un excargo público carecen al parecer de límites y además, son lícitas”, remarcó el portavoz de SOS Racismo, quien criticó las consecuencias “lamentables” de “toda esta larga confrontación obligada”, que tuvo su máxima expresión durante la pasada legislatura. “Las consecuencias de la misma están a la vista. Los nuevos vecinos y vecinas de procedencia magrebí siguen siendo objeto de sospecha y de escarnio. No ha habido hasta el momento actividad institucional de importancia que, en la medida de lo posible, intente rehabilitar la imagen contaminada de los mismos, por las acusaciones del señor Maroto”, aludió el portavoz de SOS Racismo refiriéndose, también, al exalcalde Gasteiz.

Además, Fede García lamentó la, a su juicio, diferente vara de medir que se utiliza en este ámbito de la libertad de expresión. “Esa libertad de expresión exculpatoria no ha sido ni es aplicable en términos de justa equidad, cuando se trata de la misma libertad de expresión, cuando se sanciona por el Ayuntamiento a un convecino, por llamar sinvergüenza al exalcalde”, recordó. - C.M.O.