Está en Desamparadas y así, como el nombre del que hace gala el barrio gasteiztarra en el que se ubica, parece encontrarse el estado actual de la plaza de Santa Bárbara, convertida hoy en poco menos que una isleta, al estar rodeada de calles con aparcamientos y tráfico de vehículos constante. Tanto su diseño gris de los años 70 como los problemas de movilidad en su entorno no se entienden en estos tiempos que corren y menos en la zona en la que se ubica, entre la Plaza de Abastos y El Corte Inglés, una área estratégica de la capital alavesa que se define como un punto de transición entre el Casco Medieval y el Ensanche. Es por eso que hoy tanto vecinos, como comerciantes y el propio Ayuntamiento de Vitoria están de acuerdo en que urge una reforma, considerada “prioritaria” por el gabinete Urtaran, que se ha comprometido a culminar el proyecto Bost Enparantza para reactivar un gran eje urbano y comercial, que conectaría además de con Santa Bárbara, con cuatro plazas más a través de la calle Postas: Virgen Blanca, Nueva, Fueros y Jesús María de Leizaola.

Pero para ver la maquinaria trabando sobre el terreno habrá que esperar hasta 2017, cuando está previsto que los trabajos para adecentar Santa Bárbara comiencen. Una fecha que le parece tarde al PP, el compañero de acuerdo de los jeltzales para este proyecto, que pidió el pasado día 28 realizar este mismo año las obras mediante una moción en la que solicitan “realizar la modificación presupuestaria necesaria para poder licitar en cuatro meses las obras de transformación de la plaza”.

Sin embargo, el adelanto de momento se antoja difícil ante la falta de un consenso vecinal y comercial de la zona que aún falta por llegar. En especial, con todo lo que tiene que ver con el diseño final por transformar la plaza, ya que aunque la plataforma Por una Santa Bárbara ¡Green! está de acuerdo con la idea de crear una gran manzana semipeatonal, discrepa con la propuesta de crear en la plaza un espacio para conciertos, algo que iría en contra de sus líneas rojas: la de intentar conservar el espíritu original de este espacio público, como un lugar verde, de descanso y de encuentro entre los ciudadanos. Un hecho que a finales de 2014 motivó que los vecinos se agruparan pidiendo a la ciudad que se les tuviera en cuenta.

“El Ayuntamiento tiene un proyecto, pero la gente discutía mucho”, detalla Elena Rodríguez, responsable del batzoki Erdialde, en el número 4 de Santa Bárbara, presente en la última reunión que la semana pasada el Consistorio gasteiztarra tuvo primero con los comerciantes y luego con los vecinos. “De aquí a 2017 tienen tiempo para pensar la reforma, pero por mí que me la hagan ya”, pide la responsable del local. No en vano, la modernización de Santa Bárbara ayudaría a la reactivación comercial de la zona. A su local, en concreto, le darían tres metros más de acera y los coches que aparcan enfrente de su establecimiento, en vez de estacionar en batería lo harían en línea. “Con que tenga buen espacio para poner una terraza y un velador me conformo”, agrega.

Precisamente esta petición es la que realizan desde el café-bar Kafetxea de la calle Postas. “La reforma de la plaza es buena porque el lugar la necesita y también para nuestros clientes para poner una terraza en condiciones porque la que tenemos ahora es sólo para un par de mesitas”, destaca Tamara, camarera de esta cafetería desde hace cuatro meses, a quien le parece “muy tarde desde que lo llevan diciendo” que el año 2017 sea la fecha prevista de inicio de los trabajos de recuperación de la plaza.

No muy lejos de allí, Fernando Alonso e Itziar, propietarios de la peluquería Essensuals, de la calle Postas, 47, también son de la opinión que nunca es tarde si la dicha es buena. “Ya era hora de que reformen la plaza. Ya tenía que estar hecha, tal y como está ahora”, cuentan los responsables de este negocio que lleva 35 años en la zona, tantos como los que tiene Santa Bárbara. Un proyecto que, de prosperar, “va a ser muchísimo mejor para el negocio porque se puede hacer una zona más comercial”. Sin embargo, no las tienen todas consigo. Dudan de que por fin los trabajos se vayan a hacer. “Esperemos que sí que lo hagan porque sería una pena que al final no lo hiciesen”, dice Itziar. De hecho, no se explican “cómo se complican tanto la vida”. Una solución de fácil arreglo para Fernando. “Que dejen los árboles con valor y que quiten la fuente para que quede un espacio más útil, pero el espacio de conciertos aquí teniendo el Iradier Arena no tiene sentido”. El consejo de estos profesionales para el proyecto más alto y claro no lo pueden decir: “Que lo hagan ya y que se lo tomen en serio”.

También en la calle Postas, sólo que en el portal 47 de un edificio residencial, se encuentran Ángel y su hija Elena. Mientras que el primero no vería del todo mal la rehabilitación de Santa Bárbara, siempre y cuando “cuiden los árboles, que creo que están bien”, su hija es más reticente al proyecto. “A mí me parece bien cómo está ahora la plaza. ¿Para qué gastar más dinero cuando puede ir a gente necesitada, a la tercera edad o a los comedores escolares?”, se pregunta Elena, quien, por esa misma razón tiene claro que el plazo ideal de inicio para adecentar Santa Bárbara sería sine die. “Por mí el año que viene no, ni el siguiente”, valora esta mujer.

Todo lo contrario opinan los usuarios del parque de Santa Bárbara, a quienes les parece que la fecha de inicio para adecentar Santa Bárbara se ha hecho de rogar más de la cuenta. Una de las que así lo cree es Elvira Sarralde. “Es necesario modernizarla porque la plaza de Santa Bárbara está muy dejada”, dice esta mujer mientras señala a la zona infantil a la que suele acudir todos los días junto a sus nietos. Lo que no tenía claro es la fecha de inicio de las obras. “¿Que hasta 2017 no van a empezar? Yo creía que iban a hacerlo ya”, dice esta vitoriana sorprendida, al tiempo que se consuela con un refrán ya clásico en temas de retrasos. “Las cosas de palacio, van despacio”. Su Santa Bárbara ideal sería más verde. “Me gustaría que tuviera un jardín más grande que los que hay ahora, que para eso las zonas verdes son características de Vitoria, que para eso fue Green Capital, y que la zona de juegos tuviera instalaciones más nuevas y modernas”, reclama Elvira.

Su deseo es compartido por David, quien a pocos metros de allí juega con sus dos hijos. “Es necesaria la reforma de Santa Bárbara, sobre todo, tras la rehabilitación del mercado nuevo de Abastos y porque la plaza está en el centro de la ciudad”, opina este gasteiztarra, quien ya conocía que la fecha de inicio de las obras esté prevista para 2017. “Pero dudo mucho de que al final se empiecen el año que viene porque en Vitoria siempre pasa igual, desde que lo dicen hasta que lo hacen pasa mucho tiempo”, se queja este padre de familia, quien sabe a la perfección qué es lo que necesita la nueva plaza. “La zona de juegos debería estar a la sombra. Se tendría que tapar la zona de los críos, como han hecho en Salburua, o que sean los propios árboles que den esa sombra con un diseño que sea amable con el entorno”, sugiere.