Cada euro gastado por la Fundación Valle Salado genera un impacto en el economía alavesa de 1,48 euros y el 87 % de la subvención anual de la Diputación retorna a las arcas forales a través del IVA, el IRPF y el Impuesto de Sociedades.
Vitoria. Así se desprende de un estudio elaborado por el investigador de Universidad del País Vasco (UPV/EHU) Ander Ercilla sobre el impacto económico de la actividad del Valle Salado en la provincia.
El análisis destaca no sólo que por cada euro invertido se recuperan 1,48, sino que el proyecto ha generado más de medio centenar de empleos directos e indirectos desde que comenzó su andadura.
El investigador también ha calculado que de los 550.000 euros de subvención que el Valle Salado recibe cada año de la Diputación Foral, el 87 % retorna a esta institución en modo de IVA, IRPF e Impuesto de Sociedades un 87% (480.103 euros).
En opinión de la Fundación Valle Salado el estudio demuestra que el proyecto "en apenas seis años se ha convertido en estratégico para el territorio" y además es "rentable".
El año pasado se ingresaron 710.000 euros gracias a la venta de sal y las visitas guiadas, lo que supuso 120.000 euros más que en 2014. Gracias a estos "buenos resultados" la fundación se financia en un 40 %, ha informado esta entidad en una nota.