Elciego - Tras un año de ausencia, el belén de Elciego vuelve a ser mostrado con toda su monumentalidad que es ni más ni menos la propia monumentalidad de la villa medieval reproducida con rigor y mucho cariño por dos vecinos de la localidad, Víctor Entrena y Guillermo Bauza.

Con polispán, aguaplast y el cutter estos artistas han ido reproduciendo a ojo numerosos edificios. Se han basado en fotografías que les han servido de modelo, y la reproducción es tan fiel que deja boquiabiertos a quienes lo visitan.

Uno de los espacios más espectacular es la plaza y con ella el Ayuntamiento, con su suelo empedrado bajo los soportales y hasta el hueco para los anuncios oficiales y el escudo de su fachada. En la otra punta está la ermita de la Virgen de la Plaza, con su Barrihuelo colgado, y dispuesto a comenzar el descenso de las fiestas patronales. Y como no podía ser menos, en el centro está el quiosco de la música y los árboles que proporcionan la sombra durante los numerosos actos que se celebran en el lugar.

El viejo edificio de Sindicatos, ya desaparecido y con el solar ocupado ahora por otra edificación, sirve como portal, y delante de ellos se ha colocado al grupo de danzas y a los Gaiteros de Elciego que por el módico precio de una moneda de 50 céntimos bailan la danza de la villa. Se trata de un grupo de figuras compradas en una tienda de elementos de Euskadi “que se han retocado por Marisa Miranda, que las ha pintado, incluso los gaiteros, y les hemos puesto los mantones y le damos sonido con la jota de fondo”, comenta Guillermo Bauza.

Impresiona también la bodega Valdelana, tanto por su semejanza con la original como por el mecanismo de remontado del vino que han instalado; el rincón de la gallega, la balconada de la señora Socorro, las ermitas de San Roque y de San Vicente, el antiguo cuartel de la Guardia Civil, la Casa de los Hierros y otras muchas más.

El belén ha estado circulando por varios lugares, ya que necesita un espacio muy grande. Ahora está en la primera planta de la Casa de Cultura. “Aquí se ha colocado durante estas Navidades, pero cuando finalicen lo desmontaremos y nos lo llevaremos. Lo ideal sería tenerlo expuesto todo el año, porque hay muchos rincones de Elciego que los turistas vendrían a verlos, porque es como si el pueblo entero estuviera en un salón”, explica Víctor Entrena, quien añade que “la ventaja que tiene el mostrarlo es que se pueden apreciar muchos detalles que de otra forma pasan inadvertidos, como la antigua puerta de acceso a la ermita que había en el lugar que ocupa hoy la parroquia, o las dos sacristías: la vieja y la nueva”.

El belén no es solo la muestra de las maquetas y escenas. Cuenta también con una representación de día y de noche, que se controla con las luces de la sala, “Hemos tenido que colocar 40 focos, en dos filas, gracias a la colaboración de Instalaciones Eléctricas Escorpio, que todos los años se vuelca de manera generosa con esta iniciativa”, señalan.

Pero para tenerlo al día y mantenerlo, hay que estar pendiente todo el año. “Durante algo más de año y medio, como las pasadas Navidades no pusimos el belén, hemos estado trabajando en la construcción de las nuevas maquetas. Y financiándolo, porque lo pagamos de nuestro bolsillo este señor y yo”, comenta Guillermo señalando a Víctor. Por eso, desde hace un tiempo, se coloca a la entrada del recinto un bote junto a un portal por si alguna persona quiere dejar un donativo. El fin es poder contar con algo de dinero para poder comprar los muchos materiales que se necesitan para construir las maquetas y las figuras. Para hacer más atractivo el apoyo económico se entrega una papeleta y se sortea ese portal.

La historia de este belén tiene su origen “hace muchos años, cuando el sacerdote que estaba de párroco, don Marcelino, organizaba un belén muy bonito, que para su tiempo estaba muy bien, porque se movían las figuras y todo eso. Y cuando se fue ya no se volvió a hacer nada”, cuenta Guillermo Bauza. Su falta hizo que se picaran cuando alguien les comentó que porque no cogían el testigo en la asociación Ayfam.