mañas, marchos, lumbradas o rondas. Diferentes expresiones para denominar la atracción que ejerce el fuego en la vida de los pueblos. Las hogueras volvieron a reunir ayer por la noche a los vecinos de distintas localidades de Rioja Alavesa con un tono festivo y, cómo no, gastronómico, pues sirvieron para asar desde castañas a panceta y choricillos, para espantar a espíritus y fantasmas.
Labastida ostenta la mayor antigüedad en esta tradición, donde recibe el nombre de Las Rondas. Allí celebraron la cita con el fuego a las 22.00 horas con numerosas hogueras, pero no le fueron a la zaga otras localidades como Lantziego, donde los mayores recuerdan la tradición de quemar romero para que el humo entrara en las casas y purificarlas, o de Samaniego, donde Las Mañas forman parte de la cultura popular y participativa. Allí fue el aroma al espliego, la lavanda, lo que llenó los aires y reunió a los vecinos en torno al humo de la hoguera.
Por su parte, en Navaridas, donde Las Mañas se han incorporado a la fiesta de Acción de Gracias, ayer todo el pueblo hizo un paréntesis en la música y llevó a cabo un desfile por las calles de la localidad hasta llegar a la zona alta, donde les aguardaba una enorme pira de madera ardiendo.
En Lapuebla de Labarca, donde en su día decidieron que también celebrarían Los Marchos como una fiesta vecinal, fue en su caso la plaza de la localidad la que acogió por la noche la hoguera, aunque muchos recordaban ayer que hace años su ubicación se repartía en tres fuegos distintos.