gasteiz - El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, presentó ayer a los grupos políticos municipales su propuesta del Reglamento de Consultas Ciudadanas, un documento que prevé celebrar un máximo de dos convocatorias anuales sobre cualquier cuestión -o cuestiones, pues pueden presentarse varias preguntas de una vez- que desee plantear el propio Ayuntamiento o la ciudadanía. El borrador de reglamento, basado en el que aprobó por unanimidad el Ayuntamiento de Donostia en abril, consta de 43 artículos y contempla recoger consultas que atañen a toda la ciudad o a zonas concretas. En el primer caso se precisará de la presentación de las firmas de al menos el 5% de la población de la ciudad mayor de 16 años, y en el segundo, del 8%, en unos plazos determinados y bajo la supervisión de una comisión de garantías.

La ciudadanía tendrá así voz, pero no voto, pues la Ley no lo permite, pero según dijo Urtaran, su compromiso es “tener en cuenta la opinión de los gasteiztarras”. Tendrán derecho a votar en estas consultas, que no podrán coincidir con ningunas elecciones, todos los vitorianos mayores de 16 años. El proyecto de reglamento prevé además un mínimo de 5.000 eventuales votantes por urna, y la creación de un órgano instructor de la consulta, dirigido por el jefe de Participación Ciudadana, que se encargará de llevarla a cabo. Las mesas donde votarán los vitorianos estarán compuestas por un presidente y un secretario, funcionarios municipales voluntarios y remunerados por este trabajo.

La Junta de Gobierno Local tendrá la facultad de proponer las preguntas, pero también un mínimo de siete concejales del Pleno, de tal forma que la oposición también pueda servirse de esta herramienta de “control y transparencia que garantice la efectividad de las políticas públicas”.

Por la parte ciudadana, podrán plantear consultas asociaciones registradas como tales en el Registro de Entidades Sociales de Gasteiz, o un mínimo de tres particulares sin vínculos con formaciones políticas. Las preguntas se formularán de manera concisa y sencilla, de manera que la ciudadanía pueda comprender su alcance y responder afirmativamente o negativamente. También se contempla que en los casos que sea necesario y con carácter excepcional se puedan plantear distintas soluciones para emitir el voto sobre una de ellas.

Todo esto, a priori. Ahora los grupos municipales deben llevar a cabo sus aportaciones, posteriormente se trasladará el texto a asociaciones y particulares, y finalmente se llevará a cabo la aprobación definitiva. El alcalde confió ayer en que en esta legislatura se pueda llevar a cabo al menos una consulta, y llevar así a la práctica “un cambio fundamental, que el Ayuntamiento gobierne para los ciudadanos, pero también con los ciudadanos”. En todo caso, el hecho de que el proyecto se haya calcado del aprobado unánimemente en Donostia -adaptado a la “idiosincrasia” vitoriana, según Urtaran- debería facilitar su aprobación.

los toros, ya sobre la mesa ¿Y sobre qué se podrá preguntar? “Yo no descarto absolutamente nada”, señaló el alcalde cuando se le cuestionó sobre si, por ejemplo, se consultará sobre las corridas de toros. “No sería la primera vez que un Ayuntamiento realiza una consulta sobre esta cuestión”, afirmó el primer edil, que en todo caso pidió “paciencia” y que los grupos se centren en sacar adelante el reglamento antes de entrar a debatir sobre consultas concretas.

Poca paciencia hay con respecto a esta cuestión. Irabazi se negó ayer a someter a consulta “el derecho de los animales a no ser torturados”, y EH Bildu va a presentar hoy en el Pleno una moción para rescindir el contrato de la próxima Feria de La Blanca que el PSE la va enmendar apostando, ya, por la consulta popular.

Por otro lado, Urtaran dio cuenta además de la creación del Consejo de Transparencia, un órgano independiente encargado de salvaguardar el ejercicio del derecho de acceso a la información pública, formado por el síndico, el interventor del Ayuntamiento y un representante del Consejo Social. Ayer el alcalde aseguró que en virtud de este órgano los ciudadanos podrán conocer al detalle todas las actuaciones del Ayuntamiento, pero también las de empresas municipales como Ensanche 21 o Amvisa. En ese sentido, y dado que como sociedades mercantiles cuentan con una serie de derechos en relación a la confidencialidad, Urtaran aclaró ayer que aunque “las deliberaciones de los consejeros son secretas, no lo serán los temas que se llevan a los consejos o las resoluciones que se alcanzan, o que no se alcanzan”.