vitoria - En los carteles de acceso a la ciudad, Vitoria se anuncia como ciudad no nuclear. Y a sólo cuarenta kilómetros, Garoña amenaza con su reapertura. Ayer, Álava se declaró territorio tolerancia cero ante la violencia contra las mujeres. Y mientras, España continúa en el punto de mira de la ONU por haber recortado en igualdad, herramienta clave para erradicar el machismo que alimenta esta lacra. Pero el 25 de noviembre es día de unidad y mensajes en positivo, de que las instituciones políticas tiendan su mano a la sociedad civil para juntas proclamar su repulsa contra los comportamientos o las agresiones sexistas y mostrar su solidaridad con las víctimas, de asumir compromisos y de que todos nos los creamos. Y así volvió a suceder un año más, a la espera de que sea un año menos.
Las Juntas Generales reconocieron su especial preocupación por las conductas sexistas que perpetúan la violencia y la discriminación a las mujeres entre la población más joven. También alertaron de todas esas microviolencias cotidianas encubiertas que pasan por algo natural, los insultos y los desprecios. Y afirmaron que reforzarán las políticas de igualdad, especialmente en esos ámbitos. Quieren una Álava “feminista y equitativa”, un territorio tolerancia cero, deseo que sellaron con cinco minutos de silencio frente al Palacio de la Provincia.
El Ayuntamiento de Vitoria asumió los mismos compromisos, trabajar en la raíz de la violencia contra las mujeres y mejorar la coordinación entre las instituciones, las asociaciones y la ciudadanía para erradicarla. También se concentró en la calle, bajo el punto lila que decora la balconada de la Casa Consistorial los 365 días del año, que recuerda que queda demasiado por hacer. Sólo este año, 112 mujeres han presentado denuncias ante la Policía Local por maltrato y 150 han sido atendidas por los servicios sociales. Y luego hay una que conoció el terrorismo machista y hace meses que no puede contarlo. María Ana. Fue asesinada por su expareja el pasado 2 de abril. Tenía 29 años. Y tres hijos.
Ella forma parte ya de la lista más terrible de las víctimas de la violencia machista en Euskadi, que en lo que va de 2015 ha registrado otros dos asesinatos de género. Pero la directora del Instituto Vasco de la Mujer, Emakunde, quiso mandar un mensaje de confianza en el compromiso del ejecutivo autonómico por lograr una sociedad igualitaria y apoyar a quienes son golpeadas y vejadas sólo por su sexo. Lo hizo en la concentración celebrada frente a la sede del Gobierno Vasco, presidida por el lehendakari.
La ciudadanía, hombres y mujeres de todas las edades, se sumó a la jornada de reivindicación participando en actos menos encorsetados, más sentidos. El alumnado de Egibide conformó en sus distintos campus gigantes puntos lila y la asociación Mujeres sin Fronteras colocó una bufanda en el monumento de la Virgen Blanca antes de su concentración. Un poco antes, en el mismo punto, protestó Eginaren Eginez. Y en Salburua, un día más, decenas de bragas ondearon al viento.