La firma operadora de energía EDP ha ofrecido al Ayuntamiento vitoriano renovar la flota de autobuses de Tuvisa incorporando vehículos impulsados mediante gas natural. A principios del próximo mes, según ha podido saber DNA, la empresa mantendrá una reunión con los responsables del Consistorio para concretar el ofrecimiento, que llega en un momento muy delicado para la sociedad. El gobierno municipal no ha podido sacar adelante su plan para subir las tarifas en 2016 y obtener así liquidez para financiar la compra de siete autobuses y cuatro grúas el año que viene, el inicio de un proyecto para adquirir una veintena de vehículos durante toda la legislatura.
En principio la idea en torno a la renovación de la flota pasaba por adquirir vehículos diesel, híbridos y eléctricos, pero la llamada de EDP, en función de cuál sea su oferta concreta y su derivada económica y medio ambiental, podría dar un giro a esta estrategia.
Ya en 2005 Tuvisa probó esta tecnología, pero finalmente se descartó su extensión por los problemas que suponía comprimir el gas y cargarlo en los vehículos. FCC sí incorporó vehículos alimentados con gas natural a su flota de limpieza en la capital alavesa, en 2008, y solucionó el problema de la sobrepresión del gas utilizando bombonas precomprimidas. Son varias las ciudades del Estado, por otra parte, que han optado por impulsar sus autobuses urbanos con gas natural, entre ellas Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia.
En todo caso, fructifiquen o no las conversaciones con EDP, compañía en la que se integró la antigua distribuidora pública de gas de Álava, Gasnalsa, a través de Naturgas, la capital alavesa debe solventar la cuestión de la financiación de su empresa de transportes, tras quedar abortada la subida de tarifas para el año que viene.
Realmente, según explica el concejal de Hacienda y presidente de Tuvisa, Borja Belandia, la incidencia presupuestaria para 2016 de la adquisición de los autobuses no es muy grande, pero el gobierno municipal quiere solucionar el problema para toda la legislatura, y necesita “solvencia económica” para garantizar la adquisición de los veinte autobuses imprescindibles sólo para poner al día la flota. “Hay que tener en cuenta que Tuvisa tiene más de 80 autobuses, aunque hagamos estas adquisiciones en la próxima legislatura habría que volver a aumentar la flota”, señala Belandia, quien subraya que la renovación de la flota “no es un capricho”.
Con este contexto, y dado que todos los grupos municipales coinciden en que hay que renovar los autobuses, Belandia confía en que “tras las elecciones generales, a partir de enero, el tema se pueda reconducir, no necesariamente con nuestra propuesta”. En ese sentido, el PSE, socio del gobierno municipal, propuso escalonar la subida de las tarifas durante toda la legislatura para hacerla menos onerosa al bolsillo del usuario, y EH Bildu planteó en su día prorrogar los préstamos bancarios de la sociedad que vencen el año que viene.
Mientras, en las cocheras de Agirrelanda urgen a buscar una solución. La situación ha llegado a tal punto que, la semana pasada, algún chófer tuvo que esperar a que le repararan el autobús para poder salir a hacer su ruta. Tuvisa cuenta con una flota de 87 autobuses, los más nuevos acumulan ya medio millón de kilómetros en sus suspensiones, y no es raro, según cuentan los propios usuarios, que un vehículo tenga que circular con la puerta averiada hasta poder ir al taller. La situación, además, no tiene visos de solucionarse a corto plazo. Con el paso de los años ha llegado un momento en el que se averían más autobuses que los que hay en reserva para atender incidencias.
Por ello, el comité de la sociedad de transportes vitoriana se va a concentrar el próximo viernes a las puertas del Ayuntamiento durante una hora para reclamar al gobierno municipal que acometa las inversiones necesarias en un recurso tan vital para el buen funcionamiento de una ciudad. “Nosotros reclamamos que el Ayuntamiento invierta lo que tenga que invertir; de dónde saque el dinero es cosa de ellos, pero tiene que haber una apuesta real por Tuvisa, y no la están haciendo, con todo lo que eso conlleva”, señala el presidente del comité, Francisco Guzmán.
Lo cierto es que cada año que pasa la flota se hace un poco más vieja, y los chóferes sufren en sus riñones el deterioro de los asientos y las suspensiones, y el ruido de los baqueteados motores contribuye a aumentar el estrés de un trabajo, el de conducir un vehículo de gran tamaño lleno de gente por una ciudad, que ya de por sí genera ansiedad.
El plan del gobierno municipal de subir las tarifas en 2016 para equiparar los precios del autobús urbano al del tranvía buscaba obtener un millón de euros, y dedicar más de la mitad de ese dinero a comprar mediante la fórmula del renting siete autobuses y cuatro grúas el año que viene. En 2017 se sumarían otros tres vehículos y en 2018 y 2019 diez más, cinco en cada ejercicio. Sin embargo, el gabinete Urtaran sólo obtuvo el respaldo de Sumando-Hemen Gaude a su propuesta y por ello la operación ha quedado congelada.
En la plantilla de Tuvisa estas diferencias en la Corporación se ven con malestar, y por ello Guzmán pide que no haya “chantajes” en torno a la empresa pública, que no sea moneda de cambio en eventuales negociaciones entre partidos, pues además de ser un servicio fundamental para la ciudad es una empresa en la que “hay mucha gente trabajando”.
Además, señala, las inversiones necesarias en la empresa van más allá de la renovación de la flota, el aspecto más visible. “El parking del Artium está lleno de humedades y no lo arreglan, y en el Iradier pasa algo parecido, aunque aún está en garantía”, señala Guzmán. Además, asegura, las cuatro grúas de Tuvisa “se caen a pedazos”.
La flota. Tuvisa cuenta a día de hoy con casi 90 autobuses que hacen algo menos de 100.000 kilómetros al año. Los vehículos más nuevos tienen ya siete años, y las averías son frecuentes. Ha llegado un momento en el que los coches de reserva no dan abasto para cubrir los servicios de los que se averían.
Inversiones necesarias. Además de renovar la flota, el comité de Tuvisa reclama que se solucionen los problemas de humedades en los parkings del Artium y el Iradier Arena o que se renueven las grúas.
Autobuses de gas natural. Tuvisa ya probó en 2005 esta tecnología, pero las dificultades para comprimir el gas forzaron a la empresa a desistir del proyecto. Ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia o Sevilla ya han incorporado esta tecnología a sus respectivas flotas de autobuses urbanos.
El concejal de Hacienda y presidente de Tuvisa busca la fórmula para financiar la renovación parcial de la flota de autobuses a lo largo de esta legislatura.
El presidente del comité de empresa de Tuvisa denuncia que a lo largo de los años no se hayan adoptado medidas para renovar los autobuses. Los más nuevos acumulan medio millón de kilómetros.
87
Autobuses tiene la empresa pública de transportes de Vitoria, Tuvisa, en la actualidad.
20
Nuevos vehículos quiere adquirir el equipo de gobierno a lo largo de esta legislatura.
7
De esos veinte autobuses se quieren comprar en 2016. Para ello, el gobierno municipal planteó una subida de las tarifas de Tuvisa que no ha prosperado.