Gasteiz - El PNV vitoriano ha presentado un proyecto presupuestario dramáticamente condicionado por unas ordenanzas congeladas, el lastre del déficit de 2015 y la pérdida de ingresos que ha supuesto la modificación del IAE. El gobierno municipal ha reiterado que quiere pactar con los partidos de izquierda, pero la brecha por el acuerdo del IAE, firmado con PP, PSE y los empresarios, ha alejado a dos partes que hasta hace escasas semanas querían entenderse.

A día de hoy, con el plazo de enmiendas al proyecto del gobierno abierto, no ha habido ningún contacto del PNV con los grupos de la oposición -ni lo va a promover a corto plazo- y las posiciones siguen tan enrocadas como lo han estado en los últimos días.

Eso sí, algunos pasos se dan. Ayer EH Bildu compareció para decir que quiere tomar la iniciativa e iniciar contactos entre los grupos de izquierda y los agentes sociales para plantear una reforma del planteamiento del PNV. Miren Larrion, portavoz de la coalición abertzale, no quiso hablar de un Presupuesto alternativo, porque al fin y al cabo hay muchos aspectos que no se pueden tocar, pero sí apostó por “dar un giro” a unas Cuentas que a su juicio “son las mismas que las del PP, pero con recortes”.

Puede parecer que jeltzales y EH Bildu están condenados a entenderse, pues el PNV no quiere pactar con el PP. Sin embargo, ahora sí, el alcalde Urtaran cuenta con los votos del PSE, y con los nueve ediles que suman ambas formaciones podrían aprobar las Cuentas para el año que viene. Bastaría para ello que, o bien el Partido Popular, o bien EH Bildu, Sumando-Hemen Gaude e Irabazi, se abstuvieran en el Pleno que se celebrará en torno a la segunda quincena de enero. No hay que pasar por alto que para aprobar el Presupuesto municipal no hace falta mayoría absoluta, y ante un triple empate entre los tres bloques decidiría el voto de calidad del alcalde.

Por otro lado, tampoco se puede hablar estrictamente de que existan tres bloques en la Corporación municipal de la capital alavesa. Si bien el PP conforma una rocosa unidad, principalmente porque es un único partido; y la alianza PNV-PSE goza de buena salud -a la espera de que los socialistas entren incluso a formar parte del gobierno-, a la izquierda no hay ningún pacto más allá de las evidentes afinidades ideológicas. EH Bildu dice que va a buscar la complicidad de Sumando e Irabazi, pero ambas formaciones están ahora mismo centradas en diseñar sus propias enmiendas al proyecto presupuestario y, con respecto a la iniciativa planteada ayer por Miren Larrion, su postura es más bien tibia.

“Sin ideas” Al margen de estas circunstancias, para la portavoz de EH Bildu el proyecto del PNV es “pésimo, débil y sin ideas”, cree además que ha faltado “trabajo” en su elaboración y considera que el gabinete de Gorka Urtaran se ha “resignado”. Ante esta situación, la portavoz de EH Bildu apelaba a la unidad entre diferentes que propició el cambio de gobierno en junio y apostaba por diseñar un Presupuesto “coral”, que “siente las bases para el nuevo modelo de ciudad, un nuevo modelo que tiene que incluir diferentes puntos de vista, políticos y sociales”.

¿Cómo, si no hay dinero? Larrion aseguró que hay cuestiones, como la agilización de los trámites para la construcción del colegio Errekabarri, la celebración de una primera consulta popular en 2016, o la activación de un protocolo de Cultura, que no precisan de más euros de los que hay. Y además, afirmó, hay posibilidades para obtener algún ingreso más. “No vamos a duplicar el Presupuesto, pero hay que explorar nuevas vías de financiación”, dijo Larrion, que sí plantea desde ya la necesidad de eliminar recortes de las Cuentas para el próximo ejercicio. En todo caso, “no tenemos meternos prisa”, afirmó la portavoz de EH Bildu, grupo que, en ese sentido, ha estirado los plazos del debate presupuestario hasta ya entrado 2016.

Las otras alternativas Por otro lado, aunque principalmente se habla de un pacto entre PNV-PSE y EH Bildu, hay otras posibilidades. Una de ellas, si ni siquiera hay abstenciones en el Pleno, que el gobierno apruebe sus Cuentas en la Junta de Gobierno Local, posibilidad que contempla la Ley pero en la que Urtaran de momento prefiere no pensar, y que para Larrion sería “un fracaso. Sería una pésima noticia para Gasteiz -dijo- acordar la principal herramienta municipal en un cuarto cerrado”.

Otra, aceptar la oferta del PP. Ayer los populares aseguraban a DNA que mantienen su propuesta de pacto y que presentarán enmiendas parciales “en positivo”, cuya finalidad es “modernizar y seguir transformando Vitoria”. Eso sí, el PP cree que el proyecto del gobierno contempla recortes que “demuestran que no conoce lo que hay detrás, hay proyectos que no van a poder salir adelante”, afirman.

Negociación presupuestaria. El equipo de gobierno aún no ha iniciado los contactos con los grupos municipales para negociar el Presupuesto, pues está a la espera de conocer sus propuestas a través de las enmiendas.

Las posturas. EH Bildu afirmó ayer que iniciará una ronda de contactos por su cuenta con los grupos de izquierda, el gobierno y agentes sociales. El PSE, socio del PNV, avala al gobierno municipal, y Sumando-Hemen Gaude e Irabazi dicen estar, de momento, centrados en la elaboración de sus propias enmiendas. El PP reitera su oferta de pactar con el alcalde Urtaran, y por ello presentará enmiendas parciales “en positivo”.

Las posibilidades. PNV y PSE pueden pactar con EH Bildu -y/o Sumando e Irabazi, si decidieran incorporarse-, o con el PP. También podrían aprobar los Presupuestos socialistas y jeltzales si hay nueve abstenciones en el Pleno.

La portavoz de EH Bildu en el Ayuntamiento vitoriano afirmaba ayer que el proyecto del PNV es igual que la prórroga presupuestaria de 2015, pero con recortes añadidos.

Larrion apostó por negociar con PNV y PSE, y también con Sumando e Irabazi para sacar adelante un Presupuesto “coral”.

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Millones de euros contempla gastar el proyecto presupuestario del equipo de gobierno.