Los okupas de Errekaleor recurrirán al supremo la sentencia que avala el desalojo

La Audiencia señala que aunque el Pleno admitiera la presencia de los jóvenes en seis pisos del número 26 -a día de hoy son bastantes más las viviendas okupadas-, no lo hizo el consejo de administración de Ensanche 21, cuya decisión de pedir el desalojo no ha sido impugnada por ningún consejero ni por terceros. Es la empresa, y no el Ayuntamiento, “la propietaria de los inmuebles reivindicados”, y la “tolerancia” a la presencia de los okupas “ha finalizado”.

Según recordaba ayer a DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA el letrado de Errekaleor Bizirik, Julio Sánchez, el acuerdo por el que Ensanche 21 decidía emprender acciones judiciales contra los okupas se cerró el 20 de febrero de 2014, y el Pleno municipal en el que se dio cobertura a la presencia de los jóvenes mientras no se fuera a materializar ningún proyecto en la zona es posterior, del 31 de octubre del mismo año. Por tanto, “¿quién manda, el Pleno del Ayuntamiento o Ensanche 21?”, se pregunta Sánchez, quien explica que según los estatutos de la sociedad es la institución la que decide cómo debe actuar la empresa. “Primero se inició el procedimiento y luego el Pleno decidió”, insiste el letrado, que presentará este argumento en su recurso al Supremo.

Esto en cuanto al fondo. En cuanto a la forma, los abogados de Errekaleor Bizirik también van a informar al Supremo de que el recurso municipal no debió admitirse porque las copias del mismo se entregaron a las partes fuera de plazo. En la sentencia de la Audiencia Provincial se justifica esta situación alegando que “varios de los demandados” no están personados en la causa, han sido “declarados en rebeldía”, y carecen por tanto de un procurador que les comunique las resoluciones judiciales. A juicio de Sánchez, la Audiencia Provincial no debió haberse pronunciado sobre esta cuestión.

En todo caso, el abogado de la plataforma considera que el asunto de Errekaleor no debería resolverse en los tribunales, sino por la vía política, y lamenta que el equipo de gobierno mantenga “una actuación judicial heredada” cuando “se supone que tenemos abiertas líneas para una negociación leal y honesta. Es llamativa -concluye- la prisa que tenía el anterior gobierno municipal por desalojar Errekaleor cuando no había ningún proyecto urbanístico que desarrollar”.

Así pues, la ocupación del barrio vitoriano sigue su recorrido en los tribunales, pero además la plataforma va a tratar de legitimar su presencia en el barrio vitoriano mediante la participación en la redacción del nuevo Plan General, que el equipo de gobierno municipal va a abrir a diferentes agentes sociales y a vecinos particulares de la ciudad.

Actualmente un equipo de arquitectos trabaja en el proyecto urbanístico que se va a presentar para la inclusión del proyecto de Errekaleor en la futura planificación de la ciudad en esta zona sureste, donde el Ayuntamiento quiere cerrar el Anillo Verde mediante la plantación de huertos ecológicos, que recibirían el nombre de Errekaldea. A juicio de los okupas, la pervivencia del barrio no tiene por qué interferir con esta actuación.

La decisión de buscar un marco legal para el proyecto del barrio cobra más importancia después de que los residentes en Errekaleor decidieran en asamblea rechazar la oferta del Ayuntamiento de trasladarse a los bloques que Ensanche 21 posee en Aretxabaleta. El Consistorio propuso a los jóvenes entrar a vivir en estos pisos -de tipología y antigüedad similares a los de Errekaleor- a cambio de que los rehabilitaran, como de hecho están haciendo con las casas en las que ahora residen. Para el equipo de gobierno, los pisos de Errekaleor no son seguros, y por ello el desalojo es innegociable, aunque los contactos para buscar una alternativa que satisfaga a todas las partes van a seguir adelante, según señaló el propio alcalde vitoriano, Gorka Urtaran.

dos años en el barrio El pasado 3 de septiembre se cumplieron dos años desde que un grupo de estudiantes de la UPV entró en el número 26 del barrio y se quedó a vivir en seis viviendas de dicho portal. Entonces se puso en marcha un proyecto autogestionado para revitalizar el barrio. Se crearon diversos grupos de trabajo y varios auzolan, campañas mediante las que se rehabilitaron el cine o el bar de Errekaleor y se habilitó un huerto, y de forma paralela se programaron todo tipo de charlas, proyecciones, conciertos o cursos.

El año pasado, un incendio en un piso ocupado por personas ajenas a la plataforma se saldó con la muerte de varios perros, y se desató el temor en el equipo de gobierno sobre las condiciones de seguridad de las viviendas. Errekaleor Bizirik sostiene que los pisos okupados son habitables y seguros, y registraron en el Ayuntamiento informes arquitectónicos que así lo certificaban. En la actualidad se están reformando los tejados de los bloques de viviendas para combatir las humedades que históricamente han sufrido estos edificios, construidos hace ya casi sesenta años.

Primera instancia. El Juzgado número 6 de Gasteiz aseguró que los okupas podían permanecer en Errekaleor “en precario” porque reconocían que la propiedad de los inmuebles es de Ensanche 21.

Audiencia Provincial. La sociedad municipal recurrió ante este tribunal, que le dio la razón al asegurar que la decisión de Ensanche 21 de pedir el desalojo no fue impugnada por ningún consejero y que esta postura tiene más valor que la adoptada por el Pleno municipal. La Audiencia justifica además que la parte demandante entregara fuera de plazo las copias de su recurso al resto de interesados, pues algunos de ellos carecen de procurador.

Tribunal Supremo. Errekaleor Bizirik recurrirá ante el Alto Tribunal el contenido de la sentencia de la Audiencia Provincial, señalando que el permiso del Pleno para quedarse en Errekaleor es posterior a la decisión de Ensanche 21 de ir a los tribunales.

El abogado de Errekaleor Bizirik afirma que las decisiones de la Corporación deberían prevalecer sobre las de la sociedad pública.

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Viviendas del portal número 26 del barrio vitoriano son objeto de esta disputa judicial que mantienen Ensanche 21 y los okupas.