Gasteiz - Aunque Errekaleor Bizirik agradece “el acercamiento” del equipo de gobierno municipal, y su disponibilidad para hablar y considerar a los okupas del barrio vitoriano como “un interlocutor válido”, la respuesta es no. Ayer una delegación de la plataforma se reunió con el alcalde, Gorka Urtaran, y con el coordinador general de Medio Ambiente del Consistorio, Álvaro Iturritxa, y les comunicaron su decisión con respecto a la oferta del Consistorio de crear un Errekaleor paralelo en Aretxabaleta para permitir el derribo del viejo barrio, donde el Ayuntamiento quiere implantar un proyecto de huertos ecológicos con el que cerrar el Anillo Verde por el sureste de la ciudad.
Durante el último mes se ha desarrollado en el barrio vitoriano un proceso asambleario para dar una respuesta al ofrecimiento del Ayuntamiento de la capital alavesa, y la conclusión es que “es imprescindible seguir en Errekaleor”. ¿Por qué? “Por las condiciones físicas que ofrece, por el trabajo realizado, por la convivencia creada, y sobre todo, porque como el propio nombre Errekaleor Bizirik indica, revivir el barrio es una de las bases de proyecto”.
Por ello, la plataforma, que aplaude la decisión del gobierno municipal de “dar viviendas vacías a personas que las necesitan, y hacerlo además fuera del mercado privado”, plantea a la institución “que ceda estas viviendas a personas que hoy en día no pueden ejercer este derecho; como hemos expuesto anteriormente -señalan-, nosotros ya estamos dando respuesta a esta necesidad”.
Uno de los argumentos que esgrime el Ayuntamiento para plantear el desalojo del barrio es el nivel de seguridad de las viviendas. En ese sentido, Errekaleor Bizirik está dispuesto a “compartir los informes que certifican que las viviendas son habitables”, y de forma paralela, la plataforma pide al Ayuntamiento que les facilite los informes sobre Errekaleor que tiene a su disposición. A principios de este mismo año el Consistorio intervino en el barrio, cortando la luz, con la supuesta inseguridad de los pisos como argumento. La plataforma presentó sus propios estudios arquitectónicos en los que se aseguraba que las casas ocupadas son habitables.
En cuanto al proyecto de huertos ecológicos Errekalde, el colectivo considera que es “totalmente compatible” con el que se desarrolla en el barrio, y que ayer reivindicaba la plataforma. “Creamos Errekaleor Bizirik en respuesta a muchos aspectos de nuestra vida, mediante la autogestión y el asamblearismo. De este modo, la persona que está acostumbrada a comportarse como sujeto pasivo, pasa a ser un agente activo y responsable de su propia vida; cada persona se convierte en protagonista de su presente y de muchos factores que afectan a su día a día”, señalaba el colectivo, que apuntaba cómo “Errekaleor Bizirik ejerce muchos derechos que las instituciones no consiguen garantizar, y además vive la cultura, el ocio, la alimentación y otros ámbitos de la manera que desea”.
Hace ya más de dos años que un grupo de estudiantes del campus de Álava de la UPV entró en una vivienda del número 26 del barrio e inició el proyecto asambleario. Durante este tiempo ha habido una población estable de en torno a sesenta personas, a las que se sumaron otras que, sin residir en los pisos ocupados, participaban de las actividades del barrio.
El pasado verano el número de vecinos se duplicó, se están reformando nuevas viviendas y mediante diversos talleres se ha rehabilitado el cine o el bar del barrio, donde ya sólo viven dos familias con pisos en propiedad tras el proceso de realojos emprendido por Ensanche 21. El resto de casas pertenecen a esta sociedad municipal, que emprendió acciones legales contra los okupas, a quienes por el momento la Justicia ha dado la razón. “Además de satisfacer nuestra necesidad a la vivienda, hemos conseguido revertir la situación de abandono que sufría el barrio debido a las gestiones del Ayuntamiento, y en especial de la sociedad urbanística municipal Ensanche 21. Errekaleor estaba medio vacío y en malas condiciones, y tras dos años de la recuperación del primer bloque de viviendas, Errekaleor está vivo; muchos espacios comunes se han recuperado y rehabilitado, y se han llenado de actividad, y no disfrutamos únicamente de estos espacios los vecinos del barrio, cualquier persona puede participar en estas actividades”, señala la plataforma.
informes técnicos Desde el equipo de gobierno, por su parte, se afirmaba ayer que se seguirá dialogando con los jóvenes -y no tan jóvenes, pues la plataforma ha trascendido ya a la Universidad y hay gente implicada de todas las edades-, pero el gobierno municipal “tiene claro que los informes técnicos son concluyentes y que no se puede seguir viviendo en Errekaleor porque no reúne condiciones de habitabilidad ni seguridad”, en palabras del propio alcalde, Gorka Urtaran.
Queda claro por tanto, a pesar del tono conciliador de ambas partes, que la situación está enquistada y que la “salida negociada” por la que aboga el equipo de gobierno no parece sencilla. Habrá nuevos encuentros, apuntan frentes municipales, y de momento no se contemplan otro tipo de acciones. El Ayuntamiento les ofreció trasladarse a Aretxabaleta a cambio de reformar las viejas viviendas que Ensanche 21 posee en esta zona.
Los pisos. En Errekaleor hay cerca de 200 pisos en los que sólo quedan dos propietarios. Sin embargo, allí residen también cerca de 120 personas que forman parte de la plataforma Errekaleor Bizirik.
La oferta. El Ayuntamiento planteó a los okupas la posibilidad de entrar en pisos vacíos de Aretxabaleta y propiedad de Ensanche 21 a cambio de su rehabilitación.
La respuesta. Errekaleor Bizirik propone que el Consistorio ceda los pisos de Aretxabaleta a personas que no pueden ejercer el derecho a la vivienda. “Nosotros ya damos respuesta a esa necesidad”, aseguran.
Errekaleor Bizirik mantiene que es “imprescindible” seguir en esta zona de la ciudad, donde se han regenerado diversos espacios públicos.
El alcalde de la capital alavesa se mostraba ayer dispuesto a seguir negociando, pero aseguraba que la plataforma no puede permanece en unos pisos que según los informes técnicos municipales no son seguros.