Vitoria - Los pueblos que contrataron obras con Arabako Lanak se han librado de una buena. Según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, la Autoridad Vasca de la Competencia ha decidido castigar a la Diputación con una multa económica de 50.000 euros y a la sociedad pública de la que es accionista única, protagonista de mil y una polémicas durante la pasada legislatura, con otra de 15.000 euros. Y ya. Contra todo pronóstico, el de los pequeños afectados, los ayuntamientos de Añana, Aramaio, Barrundia, Labastida, Laguardia, Lapuebla de Labarca, Moreda de Álava, Navaridas, Peñacerrada-Urizaharra y Samaniego y las juntas administrativas de Antoñana, Argómaniz, Larrinbe, Ollávarre, San Román de Campezo y Santa Cruz de Campezo no tendrán que poner ni un céntimo.
La Autoridad Vasca de la Competencia considera que no ha resultado acreditada ninguna infracción del artículo 1.1.a de la Ley de la Defensa de la Competencia, lo que significa que no está probado que hubiera una práctica concertada o conscientemente paralela para “impedir, restringir o falsear la competencia” a través de la fijación de forma directa o indirecta “de precios o de otras condiciones comerciales o de servicio”. Además, en los casos concretos de Artziniega, Navarrete, Quintanilla de la Ribera y Laguardia se descarta que hubiera habido proyectos o relaciones previos a la existencia del acuerdo declarado anticompetitivo. Simplemente, realizaron una encomienda de gestión basándose en la invitación del órgano foral sin reparar en si Arabako Lanak cumplía o no los requisitos legales y jurisprudenciales para ser considerado medio propio de ellos.
La decisión pone fin a una pesadilla que comenzó en marzo de 2014, cuando la Autoridad Vasca de la Competencia emitió un informe en el que se hacía constar la inadecuada metodología que la sociedad foral utilizaba para contratar las obras, con recursos como las encomiendas de gestión, el cobro en todos los casos de comisiones de un 6% de la obra o la inclusión de los ayuntamientos como accionistas con un número de acciones simbólico. Posteriormente, en junio de 2015, un nuevo documento apuntó la posibilidad de que tanto la Diputación como los consistorios podían acabar recibiendo una sanción por dichas prácticas, hasta un 5% del coste total en muchos casos. Y ahí es donde los pueblos se echaron a temblar, por cómo el golpe podía hacer tambalear sus inestables cuentas. Al final, todo ha quedado en un susto. Y, en lo que toca a la Diputación y Arabako Lanak, en un castigo casi simbólico. Según fuentes consultadas por este periódico, de haberse considerado la infracción grave, la cuantía mínima fijada habría sido de 500.000 euros.
Y a partir de ahora, quién sabe. En principio, es de suponer que con este capítulo se pone fin a la larguísima lista de problemas ocasionados por Arabako Lanak desde que se fusionara en la anterior legislatura con Arabarri y Álava Agencia del Desarrollo del Agua. Pero eso. Es, tan sólo, de suponer.