Tranvía, Coronación y Santa Bárbara

La ampliación del tranvía va ligada a otras políticas de movilidad como la implantación de una línea de autobuses rápidos, híbridos o eléctricos, que circunvale la ciudad para dar servicio a catorce barrios, y la instalación de bicis eléctricas en aquellos lugares de Vitoria donde, a día de hoy, no llega el transporte público. Desde que el metro ligero llegó a Vitoria, este medio de transporte ha encandilado a los gasteiztarras y, pese a las dudas y reticencias iniciales, con los datos de viajeros en la mano se ve cómo el número de usuarios aumenta. El tranvía entró por Ibaiondo para comunicar el norte de la ciudad con el centro. Después llegó el ramal de Abetxuko, que da servicio al populoso barrio de Lakua-Arriaga. El elevado coste de la infraestructura -financiada por el Gobierno Vasco- y las discrepancias de los partidos en el Ayuntamiento sobre hacia dónde debería ampliarse el tranvía trajo después años de bloqueo y de propuestas baldías al albur del color del gobierno de turno. La ampliación del tranvía, una asignatura pendiente en Gasteiz, se ve ahora más cercana y real. El acuerdo marco al que han llegado Gobierno Vasco, Diputación de Álava y Ayuntamiento de Vitoria contempla dos nuevos ramales desde Angulema. Uno hacia el sur, que llegará a las universidades por el puente de las Trianas dando servicio a los barrios de Adurza y San Cristóbal. Y un segundo ramal que partirá de Angulema-Florida y cruzará Santa Lucía para concluir su recorrido en el centro cívico de Salburua. Las instituciones prevén que las obras comiencen a finales de 2016 o principios de 2017. Ésa es la buena noticia para los vecinos que viven al sur y oeste de Vitoria porque los del este se quedarán sin tranvía a corto y medio plazo. Y eso, a pesar de que uno de los ejes principales que contempla el Plan de Movilidad Sostenible es la conexión este-oeste, es decir, entre Salburua y Zabalgana. Este último barrio, sin embargo, seguirá a la espera.

coronación El segundo gran proyecto de legislatura llega también de la mano del Gobierno Vasco y de la idea jeltzale de regenerar los viejos barrios de Vitoria empezando por la rehabilitación de 750 viviendas de Coronación gracias a los 11,5 millones de euros de fondos europeos. La reforma comenzará por los bloques que se sitúan dentro de la manzana delimitada por las calles Domingo Beltrán, Portal de Arriaga, Coronación y Badaia. A partir de ahí, las instituciones decidirán si la franja se amplía hasta las 1.300 casas. En todo caso, la reforma afectará a 1.800 de las 6.066 viviendas que hay en el barrio. Una rehabilitación que consistirá en mejorar la eficiencia energética de los pisos para que las familias ahorren en gastos de luz y calefacción mediante un mejor aislamiento de fachadas y cubiertas. De forma paralela, se instalará una red de calor común, alimentada con biomasa. Un plan que cuenta con un presupuesto de 29,5 millones. El coste medio de las obras que se desarrollarán en cada vivienda rondará los 21.000 euros, de los que aproximadamente la mitad correrán a cargo de los propietarios, que podrán abonar a plazos, con cuotas mensuales de unos 80 euros durante diez años. Además, para facilitar esos pagos, los vecinos contarán con ayudas y líneas especiales de financiación.

plaza de santa bárbara El tercer gran proyecto de legislatura se enmarca dentro del plan Bost Enparantza que Urtaran presentó en campaña y que consiste en arreglar y enlazar todo el corredor del centro que se ve en el gráfico de la derecha empezando por la reforma de la olvidada y deteriorada plaza de Santa Bárbara. Uno de los primeros pasos será colocar para la campaña navideña una pasarela que una El Corte Inglés con la Plaza de Abastos. Después llegará la propia labor urbanística con actuaciones como la eliminación de los parterres, espacios amplios de encuentro, cubiertas parciales, ampliación del parking etc.