El medievo encandila a Gasteiz, aquel importante cruce de caminos entre el norte y el sur de Europa hasta finales del siglo XIV, y el buen tiempo ha ayudado también a que los compases iniciales de este evento ya clásico en el calendario local supere todas las expectativas. Una edición, también la número XIV, con importantes novedades tras el relevo producido en la contrata que organiza el evento.
En un abrir y cerrar de ojos, las callejuelas de la vieja aldea de Gasteiz han vuelto a divertirse al ritmo de los malabaristas, los saltimbanquis y los juglares, se han llenado de vida animadas por el vigor de los comerciantes, entre los que no faltan los toneleros, los carpinteros, los orfebres o los herreros, y han vuelto a dar buena fe de lo que significa ser una plaza política y comercial trascendental durante aquella época, en la que convivían las culturas cristiana, árabe y judía. Casi todo es posible en el Mercado Medieval, desde soñar con historias contadas por duendes, pasear en burro, ver impreso el nombre de uno en un minúsculo grano de arroz o dejarse llevar por la música celta.
La segunda jornada del mercado arrancó al filo de las 11.00 horas y las calles del Casco no tardaron en verse atestadas de miles de vecinos y visitantes, que están disfrutando de una renovada decoración y de nuevas áreas de hostelería. Desde la Plaza del Machete, donde se suceden los espectáculos, pasando por el Jardín de Echanove, sede del campamento medieval, o por Escoriaza Esquível, donde vuelve a ubicarse el emblemático zoco árabe, no hay espacio para el aburrimiento a lo largo y ancho de las calles de la almendra gasteiztarra.
El mercado, además, ha ganado este año un nuevo y agradable recinto, que está ayudando a descongestionar en parte las calles más estrechas del Casco, tras la reciente renovación de la plaza de Santa María. Este espacio emblemático del Casco, ubicado junto a la Catedral Vieja, acoge los espectáculos centrales del mercado, alberga una zona de tabernas y alimentación y es el escenario de diferentes actuaciones, fundamentalmente orientadas a las familias.
más espectáculos De hecho, la fuerte apuesta por los espectáculos está siendo una de las señas de identidad del mercado, tanto los itinerantes como los fijos. 15 compañías de teatro, música y animación se encuentran estos días en Gasteiz haciendo volar la imaginación de los asistentes. Un buen ejemplo fue ayer la interpretación de La Danza de la Muerte, durante el que se unieron la música, la danza, el fuego y la pirotecnia con una colorida combinación de atracciones compuestas por telas aéreas, malabares, contorsiones y acrobacias.
Un año más, como no podía ser de otra forma, el público infantil vuelve a tener un protagonismo esencial en el mercado, y además con importantes mejoras en su emplazamiento. El rincón infantil, que se ubica en la plaza de Fray Zacarías, ha sido sometido a una importante mejora y dispone de más de 30 actividades, juegos tradicionales, atracciones y monitores especializados, así como de una Baqueta Medieval. Se trata de una atracción que se utilizaba para el adiestramiento de los caballeros y en la que, convenientemente vestidos y armados, los txikis pueden poner a prueba su habilidad y valentía.
326 puestos de venta de artesanía o alimentación, de los que 36 corresponden a la Federación de Comerciantes del Casco Medieval, vertebran el zoco, que también cuenta con una Ruta de la Barrica en 15 establecimientos hosteleros con pote y pintxo por 1,5 euros. El Mercado Medieval echará el cierre esta noche a las 22.00 horas, tras una nueva jornada en la que el sol volverá a acompañar.
326
Puestos integran el Mercado Medieval de este año, 36 de ellos de comerciantes del Casco.