el parque logístico de Arasur ha caminado sobre el alambre desde su inauguración en 2006. Casi una década después de su puesta en marcha, las naves a pleno rendimiento brillan por su ausencia, vacías en su gran mayoría a la espera de huéspedes que doten al recinto de mayor actividad. Con la muerte por inanición en el horizonte y ningún movimiento claro para su reactivación durante estos años, la decisión de la Autoridad Portuaria de Bilbao de levantar en el parque de Rivabellosa una playa de vías para conectarlo con el puerto bilbaíno se ha convertido en el último clavo ardiendo al que aferrarse. Una decisión que ahora el nuevo gobierno foral trabaja para acelerar y que a lo largo de octubre dará el pistoletazo de salida a sus primeros compases con la licitación de las obras.
El gigante logístico alavés aguarda el puerto seco como agua de mayo, pero el calendario para su construcción ha avanzado con más lentitud de la esperada por la espera del visto bueno de Adif y el cierre del proyecto definitivo, además de que el proceso electoral produjo un impasse entre el adiós de Javier de Andrés y la llegada a la Diputación de Ramiro González. La hoja de ruta inicial marcada hace poco más de medio año marcaba la licitación del proyecto para julio o septiembre, pero ésta se acometerá finalmente en las próximas semanas.
Noviembre y diciembre eran los meses fijados en principio para iniciar la construcción de la playa de vías, aunque el retraso en la licitación parece que también arrastrará al resto del proceso. De cualquier forma, las semanas de demora respecto al calendario inicial no supondrán un cambio de planes radical para la conexión ferroviaria, que contará con un presupuesto de 8,3 millones de euros sufragados por la Autoridad Portuaria de Bilbao, el Gobierno Vasco y la Diputación Foral de Álava.
Según explicaron a este diario fuentes conocedoras del proyecto, durante estos días se han ido cerrando los últimos detalles y gestionando los permisos necesarios para la edificación de la conexión ferroviaria, especialmente los relacionados con el visto bueno que debe conceder Adif, la sociedad pública del Ministerio de Fomento. Las reuniones para concretar los detalles finales se han acelerado durante estas semanas ante el temor de que la entidad ferroviaria estatal pudiera tomárselo con demasiada tranquilidad y demorar aún más el proceso a la espera de su sello de aprobación.
De cualquier forma, antes de la licitación del proyecto la Autoridad Portuaria de Bilbao debe también proceder a la adquisición de los terrenos necesarios para la construcción del puerto seco. Una parcela de 68.000 metros cuadrados de los que 26.000 corresponden a la construcción de la conexión ferroviaria y la creación de la zona de carga y descarga de las mercancías, un proceso que se realizará en la primera fase de las obras.
Durante este periodo se construirán también las dos vías de recepción y expedición de 450 metros de longitud, junto con las vías de carga y descarga de la misma longitud. Finalizada esta etapa inicial, la segunda fase estará dedicada a la urbanización de la zona de almacenamiento, que abarcará 42.000 metros cuadrados, cuando se construirán los accesos a la parcela y se materializarán los diferentes servicios, como las acometidas de agua potable, los tendidos de electricidad y comunicaciones y los saneamientos.
Pensado para triunfar pero donde sus más de dos millones de metros cuadrados han acabado con una pírrica presencia empresarial. Con el calendario para el puerto seco sobre la mesa a punto de definirse, y mientras se cierran los últimos aspectos del proyecto elaborado por los técnicos del Puerto de Bilbao y Euskal Trenbide Sarea, el centro logístico de Rivabellosa aguarda la llegada de las máquinas con el deseo de convertirse en uno de los ejes logísticos fundamentales del panorama industrial alavés, junto al polígono de Jundiz y el aeropuerto de Foronda. Ése es, al menos, uno de los objetivos del nuevo gobierno foral, como ya incidió durante la campaña electoral Ramiro González.
De hecho, la insistencia del ahora diputado general, por entonces portavoz juntero jeltzale, en las negociaciones para los Presupuestos forales de 2014 sirvió para que Javier de Andrés acabara cediendo y aceptara desembolsar los 2,3 millones de euros que la Diputación Foral de Álava inyecta al presupuesto de la playa de vías, junto a los tres millones del Puerto de Bilbao y los otros tres del Gobierno Vasco. El 24 de marzo de este año se sellaba la firma del convenio a tres bandas en un acto en Rivabellosa.
La Autoridad Portuaria de Bilbao, que como su presidente, Asier Atutxa, explicó al anunciar su interés en el proyecto decidió apostar por el parque de Ribera Baja para “conjugar el interés del puerto e interés del país”, pues previamente, antes de su llegada a la presidencia del Puerto de Bilbao, ya se había alcanzado un acuerdo para edificar el puerto seco de Pancorbo, aunque apuntan que ambas serán compatibles en el futuro. La playa de vías de Arasur servirá para poder agrupar mercancías que en la actualidad no utilizan la vía marítima con origen y destino en Álava, La Rioja o Navarra y ser transportadas por ferrocarril al Puerto de Bilbao con destino internacional.
polígonos industriales Revitalizar el tejido industrial alavés con la logística como base es una tarea a la que el nuevo Arasur podrá aportar su granito de arena a partir de 2017, pero será complicado que el territorio alavés, que antes de la crisis contaba con cerca de doscientas empresas dedicadas a la logística, recupere de golpe y porrazo su tejido si el resto de parques no empieza también a llenar sus naves de trabajadores.
Actualmente Álava cuenta con 9.223.285 metros cuadrados entre sus principales centros logísticos, especialmente el Centro intermodal de transporte y logística de Vitoria (CTV), la terminal intermodal de Jundiz, el aeropuerto de Foronda, Arasur y otros seis polígonos industriales repartidos por todo Álava con una superficie conjunta de 3.500.000 metros cuadrados. Mucho donde elegir para el que quiera asentarse en el territorio.
Plazos. Aunque la hoja de ruta prevista a principios de año establecía que la licitación de Arasur tendría lugar entre julio y septiembre, el proceso para la adjudicación de las obras se realizará en las próximas semanas.
Parcelas. Antes de la licitación a finales de año la Autoridad Portuaria adquirirá los terrenos para la construcción. Estos días se han producido reuniones para cerrar los permisos necesarios de Adif, la entidad pública estatal que gestiona las vías ferroviarias.