Ayer a Javier Maroto le dijeron de todo en el Pleno municipal vitoriano a cuenta de su propuesta de pedir al lehendakari Urkullu que duplique la asignación a Gasteiz por ser sede de las instituciones comunes de la CAV, y la eleve así hasta los diez millones de euros anuales. Para Óscar Fernández, de Irabazi, la propuesta constituía un “arma política” para atacar al resto de grupos. Jorge Hinojal, de Sumando-Hemen Gaude, acusó al exalcalde de presentar una “moción trampa” a la que nadie se podía oponer sin ser considerado un mal vitoriano, el socialista Peio López de Munain afirmó que Maroto sólo pretendía “buscar bronca” con su propuesta, y la edil de EH Bildu Iratxe López de Aberasturi tildaba la propuesta de “provinciana”.
Y sin embargo, la moción salió adelante con los lógicos votos del PP, los del PSE y Hemen Gaude, que alegó no poder negarse a pedir que llegue más dinero a Gasteiz , y del PNV. El voto de los jeltzales, sin embargo, encerraba también su propia trampa con la que trató de atrapar a Maroto.
El edil nacionalista Borja Belandia dijo que sí, que cómo no pedir más al Gobierno Vasco, y también al central. El PNV planteó una enmienda de última hora que pedía al Ejecutivo de Rajoy que le preste los 15 millones de euros de la sentencias de Olarizu y Gamarra, que recupere el H24 y el Puesto de Inspección Fronteriza en Foronda, y que ponga 10 millones para compensar las diferencias de aportación del Cupo. El PP se abstuvo.
En todo caso, Maroto pudo poner en valor el “logro histórico” que consiguió como alcalde al conseguir que el Gobierno Vasco aportara cinco millones de euros anuales durante cuatro ejercicios, y alegó que este es el momento de pedir una revisión porque el año que viene vence aquel acuerdo y porque justo ahora va a comenzar en el Parlamento Vasco la negociación presupuestaria.
“Creemos muy relevante políticamente que el nuevo gobierno municipal, con el apoyo a poder ser de todos los grupos políticos en el Ayuntamiento por unanimidad, traslade al Gobierno Vasco la necesidad de que Vitoria sea reconocida como capital del País Vasco a través de este canon, que lo vuelva a reeditar y, dado que la coyuntura económica y la recaudación en el Gobierno Vasco ha mejorado, este canon de capitalidad pueda ser superior; sugerimos 10 millones de euros pero puede ser una cantidad abierta”, había propuesto Maroto.