GAsteiz - Con paso firme charlamos hasta su despacho, el mismo que antes ocuparon los socialistas con quienes tan desencantada está por su espantada en la investidura de Gorka Urtaran. Una fecha, la del 13 de junio, hasta la que retrocedemos para hacer balance de los cien días de gobierno del PNV, lo que sucedió y lo que está por acontecer. Larrion charla incansable, también mide sus palabras, a veces, pero se muestra segura. A sus adversarios los ve con ganas de trabajar por la ciudad, salvo a Maroto: “No viene mucho por aquí”. Al alcalde le tiende el guante, aunque piensa que necesita mejorar. Orgullosa de su contribución al cambio de gobierno en Vitoria, no se arrepiente de los pasos dados, a pesar de que ya ha recibido alguna puñalada, pero claro: “Se dice el pecado, no...”

La última vez que la entrevisté dijo que su meta era desbancar a Maroto y así ha sido, aunque en campaña se dicen tantas cosas...

-Así lo creíamos. Uno de los mensajes de campaña fue que el voto a EH Bildu era un voto para desalojar al PP de las instituciones, y la mitad de las promesa están cumplidas.

Incluso renunció a postularse como alcaldesa.

-Porque todo el mundo no iba a tener la misma generosidad de miras, pese a que EH Bildu fue la segunda fuerza en votos. Orgullosa de haberlo hecho.

Con ese “todo el mundo” se refiere quizá a los socialistas.

-Efectivamente, al PSE.. y al PNV.

En aquella conversación también defendió que algo estaba cambiando en Vitoria.

-Y me reafirmo, aunque por desgracia, en la investidura de Urtaran asistimos al choque entre dos modelos de ciudad. Hay una frase de Gramsci que dice que Cuando lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no acaba de nacer, pueden surgir monstruos. Y pudimos verlo.

Pues Maroto ganó aún más votos.

-De ahí lo de que Cuando lo viejo..., en realidad esos votos se traducen en sólo 9 de 27 concejales que, sin duda, representan una realidad con la que hay que contar, pero también hay otra Gasteiz joven, mucho más virada a la izquierda, solidaria, como hemos visto ahora con los refugiados, y ésa es con la que me alineo.

Sincérese, ¿les costó mucho convencer a Urtaran para ser alcalde?

-Nos costó; la decisión fue en el último momento, fue un trabajo duro del que estamos orgullosos.

Ajá. Y pasados los cien días de rigor, ¿cómo lo ve?

-Hombre, hay que recordar cómo nació este gobierno y la espantada final del PSE; un gobierno que se presuponía que iba a ser de dos partidos y 9 concejales y se queda en un partido de 5. Es evidente que así es bastante más difícil el día a día.

Un gobierno débil, como dice el PP.

-Tiene esa dificultad de la minoría y eso pesa, pero a la vez es un gobierno que nace con el sustento de un amplio abanico de partidos dispuestos a trabajar por un cambio de modelo de ciudad, que aunamos crítica y propuestas, precisamente para que sea más fuerte, de ahí lo de abrir la Junta de Gobierno Local a la oposición, por ejemplo, porque hemos entrado a trabajar, no a obstaculizar.

Ya , pero le pregunto por el gobierno, no por la oposición.

-Bueno, a veces ha actuado de forma unilateral, con cierta falta de humildad, como en el tema de los refugiados o con la negativa a abrir la Junta de Gobierno Local a la oposición. Luego... vemos también falta de concreción respecto al modelo de ciudad; sin embargo, también se dan mimbres para el cambio y me quedo con eso. De las debilidades se pueden hacer hacer fortalezas.

Ya, pero más cerca del progresa adecuadamente o del necesita mejorar.

-Vamos a ponerle que... necesita mejorar, aunque me quedo más con el trabajo que con la crítica.

Y Miren Larrion, progresa adecuadamente o necesita mejorar.

-Uf, uno es absolutamente ciego de sí mismo, eso le toca a otros decirlo.

Urtaran sabe cómo fue su elección. Quizá de ahí esa prudencia para no liarla, al menos en este arranque de legislatura...

-El marcaje al que le está sometiendo el PP no solamente es exagerado sino que es irracional, no son capaces de hacer autocrítica de sus vergüenzas. Quizá pueda condicionarle ese marcaje, pero también tiene una mano tendida del resto, un potencial tremendo que antes no se ha dado.

Ya sólo el PP hace oposición.

-No estoy de acuerdo. El PP hace oposición por oposición, pero hay otros concejales que tenemos muy claro que los ciudadanos nos han votado para que trabajemos, y en eso estamos.

Pero no se puede estar a la vez en el gobierno y en la oposición.

-Yo tengo muy claro que no estoy en el gobierno.

Entonces no se siente alcaldesa en la sombra como dice Maroto.

-(...) De Javier Maroto no puedo hablar mucho porque, desgraciadamente, apenas le conozco. Entré en el Ayuntamiento después de las elecciones y desde entonces creo que me he cruzado con él una vez; le he visto en los plenos y poco porque aquí no está nunca, así que será que se lo han contado. El alcalde es el señor Urtaran porque así lo votamos.

Ya, ya, pero insisto, cómo se hace para ser gobierno y oposición.

-Eso que se lo diga quien esté en ese caso. Nosotros tenemos muy claro que no somos el gobierno, pero queremos trabajar con el gobierno, igual que con el resto de grupos, incluido el PP cuando cambie de actitud.

Vale, no son gobierno, serán oposición, entonces.

-A ver, ésa es una visión reduccionista hecha hasta ahora: o eres equipo de gobierno o equipo de destrucción.

¿Quién ha hablado de destrucción?

-No, no, pero lo digo yo.

¡Ah! Entonces, pasado el periodo de gracia de los cien días, EH Bildu ya va a hacer oposición.

-No ese tipo de oposición destructiva, pero ni con el PNV ni si fuera otro partido el que está en el gobierno.

La labor de la oposición también es controlar al gobierno, ¿no?

-Efectivamente, y es lo que vamos a hacer, pero con cada crítica aportaremos una idea, una propuesta.

Como el guante que lanzaron para apoyar los presupuestos del PNV... Sonó a caramelo envenenado.

-Es más sencillo que todo eso. El Ayuntamiento tiene un agujero de 68 millones y, aunque no lo hemos generado nosotros, planteamos un acuerdo global como hicimos para el cambio de modelo de ciudad, y eso significa hablar de tasas y de gasto.

Pero a su dictado, claro, saben que el PNV necesita sus votos.

-A eso se llama negociación y en una negociación siempre se dejan pelos en la gatera. El PNV necesita una mayoría que sólo puede conseguir o con EH Bildu o con el PP.

Y en esa negociación, por qué aro no va a pasar EH Bildu.

-Si la política de impuestos es meramente recaudatoria y no se basa en principios de progresividad y redistribución no van a contar con nuestro apoyo. Y progresividad quiere decir que las rentas más altas paguen más, ya sean personas o empresas. Respecto al gasto, tiene que verse el giro hacia lo social, hacia la creación de empleo, ayudas a las rentas más bajas etc; ésas son las líneas rojas.

Incluso ya tienen asumido que habrá recortes en lo social.

-Ahora mismo, para que cuadre el Presupuesto y no sigamos incurriendo en déficit presupuestario es necesario hacer recortes, es la situación que nos ha llegado.

Se va a quedar el cinturón sin más agujeros que apretar...

-Por eso no podemos seguir penalizando a los ciudadanos recaudando más porque la tasa de impuestos ya es muy alta, de ahí nuestra oposición absoluta a que se rebaje a las empresas. Mira, Urtaran entró retomando la bajada del IAE de forma unilateral y renunciando a recaudar más de cuatro millones para luego pedir a los ciudadanos que paguen más. Inasumible. Ahora parece que ha cambiado de actitud... puede ser que a veces pequemos un poquito de falta de humildad; sin embargo, si se demuestra que se tiene cintura...

Y encima hay que devolver fondos europeos. Por incumplir.

-Se veía venir, se dijo por activa y por pasiva que no podíamos perder ese dinero, pero... es la misma gestión que nos ha llevado a indemnizar por expropiaciones mas hechas... Ya no se trata de gestionar mal sino de hacerlo muy mal, es una evidencia de que el PP no sabía gestionar y de que nos ha llevado a ese agujero económico. Pero, además, es que Europa tiene memoria, ¿en qué condiciones vamos a ir ahora a pedir ayudas?

Entiendo que EH Bildu estará más atenta cuando apruebe los presupuestos al PNV.

-Si EH Bildu los aprueba, esos presupuestos no sólo van a tener un giro a la izquierda sino un control en la ejecución que se va a notar.

Dispuestos a aprobarlos están.

-Estamos dispuestos a aprobar todo.

Y el PNV predispuesto...

-La predisposición del gobierno es muy buena, sí.

Salvo para dejarles entrar en la Junta de Gobierno Local.

-Y no será porque no se lo hemos pedido veces. Son pasos que sería recomendable que recondujera.

Puede que esté a la espera de si el PSE entra en el gobierno...

-(...) Desconozco si es por eso o si precisamente el PSE no quiere que estemos los demás, porque como ya ahora no pintan nada, quizá pintarían menos.

Lo de que no pintan nada lo dice por Peio López de Munain.

-Nooo, bueno, quizás sí. Sí. Al final, la incapacidad para poder tomar una decisión a nivel local se nota en el día a día, y mientras el resto avanzamos, algunos se van quedando atrás.

Papelón el que le dejó el partido en la investidura de Urtaran.

-Y que cada uno asumió porque si no se está de acuerdo con lo que se hace se puede dimitir. Allá cada cuál, pero esa espantada ya se ha quedado en la memoria colectiva y con gran tristeza, además.

Y apenas cien días después, Maroto vuelve a liarla, ahora con declaraciones sobre los refugiados, ¿qué sintió?

-Sentí una enorme tristeza y desolación, enorme. Volver a ese discurso inhumano y xenófobo...

Ya estamos otra vez, pensó.

-Efectivamente, pero su mensaje ha tenido ahora diferente acogida que hace un año porque la Vitoria que se ha encontrado ha evolucionado, es otra y en estos momentos esas declaraciones trasnochadas de hace cuarenta años... No sólo le han desautorizado desde Génova, que eso es lo que menos importa, sino que le ha desautorizado la sociedad.